El informe del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) menciona que, en el caso de la localidad de Yuty, departamento de Caazapá, la estación se encuentra en el km 56, a 200 metros del puente sobre el río Tebicuary, en la frontera con Leandro Oviedo (Itapúa), donde el avance de los trabajos a la fecha es del 98%.
En ambos casos, cuentan con básculas de última generación, que guardan en su memoria el tráfico diario y su crecimiento de manera mensual. Además, poseen iluminación led en el área afectada a la obra.
Las labores fueron impulsadas por la administración del ministro de Obras Públicas, Rodolfo Segovia, teniendo en cuenta el aumento considerable del tráfico pesado en las rutas y puntualmente en estas zonas del país.
Tanto la estación del tramo Luque – San Bernardino, que ya está terminada, así como la de la ruta PY08, conforman el convenio modificatorio N.º 3 de la Licitación 319.008 – “Llamado MOPC N.º 147/2016. Contratación de servicios para la operación de las estaciones de pesaje (básculas), segunda convocatoria”, cuya adjudicación fue para el Consorcio WIM por un valor total de G. 43.403.250.482.
Dicho llamado contempla los servicios de operación de las estaciones de pesajes de la red vial administrada por el MOPC, su mantenimiento y adecuación, cosa que ocurrió con la estación de Yuty, que se encontraba depredada y abandonada.
El contrato con el mencionado consorcio tiene un plazo de duración de 120 meses calendario, con opción de prórroga por acuerdo de partes por hasta otros 24 meses calendario.
Las dos nuevas estaciones representan una inversión de G. 8.354.421.891, que es 2,06% más con respecto al monto original del contrato, el cual incluye a otros 12 puestos instalados en varios puntos del país.
En una primera etapa, se procedió a la puesta a punto de 11 estaciones fijas y la construcción de 19 dársenas o estaciones móviles, cuyos trabajos concluyeron el año pasado.
Sobre los puestos de pesaje
Entre las innovaciones implementadas por la empresa en las nuevas instalaciones están, por ejemplo: las dársenas compuestas por un sistema de iluminación solar que consisten en cuatro luces en pista central -alimentadas por dos paneles centrales y bancos de batería-, dos en la entrada y otras dos en salida, con alumbrados.
También cuentan con un sistema de conexión de emergencia mediante un generador, en caso de cualquier tipo de fallas a los efectos de garantizar que el servicio sea prestado de forma ininterrumpida.
Otro punto destacable es que los controles se realizan de forma automática, permitiendo que en el caso de que algún vehículo registre sobrepeso -exceso sobre el Peso Bruto Total (PBT)-, el sistema automáticamente notifique a la Patrulla Caminera.
Asimismo, todo el proceso es monitoreado en tiempo real por el MOPC desde la sede central, donde se reciben los mismos datos de la báscula, minuto a minuto, para controlar el cumplimiento del proceso.
La tecnología que utiliza el Consorcio WIM es certificada por el Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN) en Paraguay y desde el 2016 por el LATU en Uruguay, operando bajo estrictas normas ISO/IEC 17025:2005 y ISO/IEC 20000:2018.
Con respecto a las balanzas fijas, la ventaja es que permiten un control permanente, con personal capacitado que opera las 24 horas; en tanto, los pesajes móviles, tienen la particularidad de poder ubicarse de manera rotativa en diferentes lugares a lo largo de la ruta, lo que ocasiona que los camiones que intenten evitar el paso por la báscula fija no se libren de dicho control.
Es por eso, que por una cuestión de seguridad vial y vida útil de la ruta, estos puestos son necesarios. Recordemos que el sobrepeso vehicular no solo puede dañar la calidad del pavimento en carreteras y puentes, sino también aumenta el riesgo de accidentes de tránsito.
A lo anterior se suman impactos ambientales negativos y es una de las razones principales para que aumenten los costos de mantenimiento y reparación de la infraestructura vial.
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