En un contexto de presiones y recomendaciones externas sobre cambios en el sistema educativo paraguayo, así como también a otros asuntos como la reducción de los niveles de vacunas u obligar a niñas que han sido violadas a llevar a término un embarazo, el Ministro de la Niñez y Adolescencia ha emitido un comunicado en el que ratifica su compromiso inquebrantable con la protección de la vida desde la concepción y el papel fundamental de la familia en la sociedad.
El titular de esta cartera, Walter Gutiérrez, ha dirigido una nota al Canciller Rubén Martínez, Director de la Unidad General de Derechos Humanos, reiterando la postura del Estado paraguayo frente a las recientes recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas, el cual consistía en una reestructuración del modelo educativo, el que pretende modificar para implantar temas ideológicos, y sugerir que el material “12 Ciencias para la Educación Sexual y la Afectividad en las Escuelas” no sea implementado en las instituciones educativas.
En la nota, se recalca la importancia de respetar y preservar los valores arraigados en la sociedad paraguaya, especialmente en lo que respecta a la educación y la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
El documento enviado al Canciller enfatiza el compromiso del Estado paraguayo de cumplir de manera efectiva con los principios y disposiciones establecidas en la Convención sobre los Derechos del Niño, siempre en consonancia con lo establecido en la Constitución Nacional. Se subraya la necesidad de garantizar una educación que refleje los valores y la identidad cultural del pueblo paraguayo, en lugar de imposiciones externas que podrían socavar la integridad de su sistema educativo.
Además, la nota expresa la sorpresa del Estado paraguayo ante las afirmaciones del Comité de los Derechos del Niño, especialmente en lo que respecta a la supuesta reducción de los niveles de cobertura de vacunación y la acusación de obligar a niñas violadas a llevar a término embarazos. Se enfatiza que estas afirmaciones no han sido objeto de consulta y se compromete a llevar adelante acciones para cumplir con las obligaciones del país dentro del marco constitucional, ratificando la protección de la vida desde la concepción y el enfoque de la familia como espacio de protección natural de los niños, niñas y adolescentes.
La ONU disfraza su preocupación con relación a distintas problemáticas sociales para involucrar “soluciones” que no harían más que otra cosa que dejar al Paraguay sometido en intereses mezquinos y totalmente lejano a sus valores. Por lo que, se exhorta a las instituciones del Estado a mantenerse alertas ante alusiones como éstas y no tomar acciones sin poner en mesa todas las aristas y el peligro que pudiera significar para el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.

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