Pobladores de diversas ciudades del departamento de Alto Paraná han reportado la aparición de los caracoles africanos en los patios o mismo dentro de las casas tras las inundaciones que los habían desplazado debido al desborde del arroyo Amambay entre los meses de octubre y noviembre.
Cabe mencionar que, los caracoles gigantes africanos (Achatina fulica) son moluscos de origen africano, una especie de zonas cálidas que se adaptan a una gran variedad de ambientes, como zonas intervenidas para uso agrícola, áreas urbanas y ecosistemas naturales, donde exista vegetación y elevado potencial reproductivo.
Ante esto, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) insta a la ciudadanía a no manipular a estos animales y evitar el contacto con la baba del caracol, especialmente en los ojos, nariz y boca. Además, lanzó una serie de recomendaciones e indicaciones para identificarlos.
Explicó que estos caracoles se encuentran distribuidos en algunos departamentos como Canindeyú, Misiones, Alto Paraná. Los especímenes en nuestro país pueden llegar a medir entre 9cm de largo y 4cm de ancho; su caparazón es cónico (puntiagudo), de color castaño, con bandas longitudinales en castaño claro y oscuro. En la base del caparazón tiene un truncamiento que lo distingue de otros caracoles.
La cartera sanitaria advierte que estos moluscos son reservorios de parásitos que pueden ser transmitidos a las personas, por lo cual instan a no manipularlos y, en caso de hacerlo, utilizar guantes.
Asimismo, solitican no tenerlos como mascotas y lavar con agua potable los alimentos antes de consumir, ya que estos podrían tener estadios de caracol.
Según los profesionales de la salud indican, estos animales podrían transmitir más de 20 enfermedades como meningitis, bronquitis, trastornos intestinales y encefalitis.
Salud Pública señala que seguir estas medidas preventivas son fundamentales para proteger la salud de todos y reducir el riesgo de transmisión de parásitos asociados a estos moluscos.