Según datos de la Dirección de Bienestar y Reinserción Social de la cartera de Justicia, la escolarización alcanzó durante el año pasado al 51,73% de mujeres y hombres privados de libertad quienes se beneficiaron con los programas presenciales de Educación Inicial, Básica y Media Bilingüe para Personas Jóvenes y Adultas en el marco de un convenio con el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
Del mismo informe se especifica que son 15 los establecimientos penitenciarios de régimen cerrado que cuentan con Educación Escolar Básica, la cual es de carácter obligatorio para las PPL, y de esa cantidad ocho establecimientos penitenciarios cuentan también con Educación de Nivel Medio.
En cuanto a la alfabetización, existen 1.679 (1.588 hombres y 91 mujeres) internos que por primera vez han aprendido a escribir y leer dentro de las penitenciarías con el programa de Alfabetización para Personas Jóvenes y Adultas del MEC, sin más historias que contar que las que vivieron por la calle.
En tanto que en lo que refiere a estudios superiores se contabiliza un total de 0,57% fueron estudiantes universitarios, del total de la población penitenciaria que cerró el 2022 con 94 alumnos universitarios apuntados.
En cuanto a la educación terciaria, el Ministerio de Justicia acordó alianzas estratégicas con la Universidad Técnica de Comercialización y Desarrollo (UTCD), la Universidad Metropolitana de Asunción (UMA) y la Universidad Nacional del Sur (Unasur), las cuales fueron clave para dar continuidad a los estudios ya en el ámbito de la formación profesional. Las carreras más requeridas fueron Derecho, Psicología, Contabilidad, Psicología Social, Didáctica Superior Universitaria y Administración de Empresas.
Relacionado a las oportunidades de capacitación en oficios de mandos medios, la cartera de Estado trabajó con distintas instituciones para posibilitar que, en el 2022, 1.671 reclusos y reclusas recibieron sus diplomas del Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (Sinafocal), el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP), el Programa de Formación y Capacitación Laboral, el Movimiento Internacional Fe y Alegría, la Embajada de Francia y otros.
Los cursos fueron en marroquinería, artes plásticas, manualidades, bordado de zapatillas, pintura sobre tela y cuerina, reciclados, artes gráficas, informática, idioma guaraní, idioma francés, masaje corporal estético, cosmetología, peluquería, manicura, corte y confección, crochet, cotillón, electricidad, plomería, herrería, elaboración de productos de limpieza, cocina, panadería y confitería, horticultura, agricultura forestal, huerta y granjas, guitarra y finanzas personales, entre otros.
Laboralmente activas, se mantuvieron 2.279 PPL. Se dieron puentes de alianza social con empresas, tanto para capacitación como trabajo, son de mencionar las empresas Fujikura, Andrea María, Kuña Pepó, Moirũ, Nigui, FR Ideas, Mandyju Poty, Mboja’o, Nutrihuevos, el Proyecto Corazón Libre, Fundación Limpiando mi Ciudad (LMC), etc.
Se destacan acciones como “Latente”, primera plataforma online de productos artesanales elaborados por PPL de la Institución a través de programas laborales en alianza con el sector privado y, fortalecimiento de equipamiento en talleres laborales, entre otras iniciativas
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