“Toda persona más allá del grupo posee una dignidad inherente que debe ser protegido por el Estado, en Paraguay todos los habitantes de la República sin distinción son iguales en dignidad y en derechos, por principio constitucional rechazamos la discriminación.
Sostenemos nuestra posición con firmeza porque sabemos que estamos defendiendo principios universales, defendemos la justicia, la libertad y la tolerancia.
Las líbertades individuales son conquistas históricas que no podemos claudicar, rechazamos cualquier iniciativa que ponga en riesgo entre ellas la instrumentalización del concepto de los Derechos Humanos con fines no solo ajenos sino contrarios a sus verdaderos propósitos.