El pastor Félix Duarte Dupont alertó inicialmente que la legalización de la marihuana es un tema muy complejo cuando se pasan por alto las graves consecuencias del consumo con THC (que produce efectos embriagadores que alteran la mente), especialmente en los jóvenes. “Si no se hace un análisis profesional, médico y científico de cómo eso perjudica integralmente a la persona, más aún en la etapa de formación del sistema nervioso que no se completó (que es hasta los 25 año), el daño es prácticamente irreversible”, aseveró.
Sobre el punto, agregó que lo anterior se basa en un estudio realizado en las más altas esferas de los Estados Unidos, donde el 70% de los jóvenes que la consumían se vieron afectados, disminuyendo su rendimiento en la secundaria hasta un 40%, en algunos casos. “Además, fue una puerta de entrada al consumo de otras drogas. La marihuana es un ‘embotante’, el alcohol es un depresor, la cocaína es un excitante. La gente va buscando una droga alternativa para salir del estado en que se encuentra”, advirtió.
Afirmó que la marihuana produce efectos perjudiciales claros y genera adicción, y que simplemente por esa razón no se puede legalizar el consumo para “usos recreativos”. “Eso es absurdo”, sentenció.
¿QUÉ HA PASADO EN OTROS PAÍSES?
Duarte Dupont se preguntó ¿Qué ha pasado en Uruguay y en el Estado de Colorado, en EE.UU?, donde cada 150 metros hay una casa de venta de marihuana, tanto para uso medicinal como recreativo. “Quieren instalar una ley sin analizar las consecuencias que leyes similares ya generaron en otros países. En Uruguay, por ejemplo, hay padres que no quieren que sus hijos fumen marihuana. ¿Qué pasa? No lo hacen dentro de la casa, pero se sientan en la vereda de enfrente y fuman. No se les puede decir nada, porque la ley lo permite. Ven a sus hijos pudriéndose en la marihuana y no pueden hacer nada”, lamentó.
Agregó que el argumento que presenta el senador Rubén Velázquez no es válido. “Es absurdo. Es un insulto a la población”. Lo que hace es evidenciar el Estado ausente, que no está pudiendo combatir un flagelo que está destrozando a la juventud y la sociedad. “Ese argumento deja en descubierto la falencia del Estado. ¿Qué pasó en Colorado? La legalización atrajo a los carteles con marihuana más fuerte. Y no solo eso: la población afrodescendiente ha sido la más afectada. Aumentó la criminalidad, el alcoholismo, el consumo de éxtasis y cocaína”, comentó.
Añadió que hoy en día, las drogas más perjudiciales no son las prohibidas, sino las permitidas: el cigarrillo y el alcohol, por lo cual “nadie va preso, pero son las más destructivas. Sin embargo, nadie se anima a decirlo públicamente, porque afecta a los intereses publicitarios. Ustedes, como medio sí pueden decirlo porque no dependen de la publicidad del alcohol y cigarrillo. Pero esa es la realidad. Si vamos a sumar la marihuana al grupo de drogas legalizadas, en pocos años vamos a ver jóvenes con problemas serios en los estudios y el rendimiento, no solo en la universidad, también en la secundaria”, subrayó.














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