Al respecto, la ministra de Cultura, Adriana Ortiz, explicó a RCC Radio que la declaratoria busca reforzar la protección de esta técnica tradicional, ante la disminución de maestras artesanas en comparación con décadas anteriores. Dijo que, aunque no se considera que el oficio esté en peligro inminente de extinción, las autoridades culturales coinciden en que resulta necesaria una acción preventiva para garantizar su transmisión a las nuevas generaciones.
Comentó asimismo que actualmente alrededor de 1.500 artesanas y artesanos practican esta técnica en todo el país, lo que evidencia su vigencia, pero también la necesidad de políticas públicas que aseguren su continuidad. Dijo que la inclusión en la lista de la UNESCO permitirá desarrollar un plan nacional de salvaguarda, que deberá convertirse en política pública y abrirá la puerta a cooperación y asistencia técnica internacional.
Recordó como antecedente que Paraguay ya logró en 2023 el ingreso del “Poncho Para’í de 60 listas” a la misma nómina, lo que derivó en apoyo técnico de la UNESCO, la creación de escuelas de salvaguarda, el fortalecimiento de la cadena de materia prima y la próxima inauguración de un centro de interpretación en Piribebuy, además de la actualización museográfica y la elaboración de una investigación histórica a cargo de la historiadora Ana Barreto.
El mismo camino se proyecta ahora para la técnica “Ñai’üpo. El Instituto Paraguayo de Artesanía, la Secretaría Nacional de Cultura y las comunidades artesanas trabajarán de forma conjunta en la elaboración de un plan de salvaguarda, con miras a gestionar cooperación internacional y ejecutar acciones concretas para la preservación de este legado.
El proceso fue impulsado principalmente por las propias comunidades artesanas, con el acompañamiento técnico de instituciones públicas, consolidando un modelo de gestión participativa del patrimonio cultural.
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