Uno de los pilares centrales de la reforma es la mejora salarial, acompañada de un esquema integral de beneficios sociales que reconoce la función esencial que cumple la Policía en la seguridad del país. El nuevo modelo contempla jubilaciones con gratificaciones, seguro de vida, asistencia social permanente y pensiones garantizadas para viudos y herederos, brindando mayor previsibilidad y respaldo a las familias policiales.
Entre los beneficios mencionados se incluyen: Salario inicial cercano a los G. 4.200.000, con aumentos automáticos anuales. Asimismo, subsidios por alimentación, conocidos como Unidad Básica Alimentaria (UBA); asignaciones por hijos, ayuda escolar y apoyo para el pago de cuotas educativas. Igualmente, cobertura médica integral para el policía y su familia, y provisión de uniforme, alimentación y equipamiento.
Actualmente, la Policía Nacional cuenta con alrededor de 5.000 nuevos puestos de trabajo, con estabilidad laboral de hasta 30 años, siempre que el personal mantenga buena conducta y desempeño. “Si se porta bien, su carrera está armada”, resumió sobre el tema el ministro del Interior, Enrique Riera Escudero, en el programa “Salvando Vidas”, emitido el domingo último por RCCTV.
Con estos beneficios, según el secretario de Estado el ingreso mensual real supera el salario base inicial, lo que busca garantizar que el policía pueda concentrarse exclusivamente en su misión de brindar seguridad.
Asimismo, en base a la nueva ley, se fortalecieron derechos básicos como vacaciones reglamentadas, provisión de uniformes y equipos adecuados, subsidios familiares, viáticos y compensaciones por desarraigo, especialmente para agentes destinados lejos de su lugar de origen. A esto se suman programas de acceso a la vivienda propia, mediante iniciativas como Che Róga Porã y convenios con el Banco Nacional de Fomento, que facilitan el sueño de la casa propia.
En el ámbito de la salud, se impulsó la construcción de nuevos hospitales policiales y la mejora de la infraestructura existente, garantizando atención médica digna y oportuna. Además, la formación continua, las becas en el exterior y la capacitación permanente se consolidan como herramientas para el crecimiento profesional.
Desde el Gobierno nacional las autoridades sostienen que no puede haber seguridad ciudadana sin policías dignificados, y que invertir en su bienestar es invertir en un Paraguay realmente más seguro, razón por la cual hoy se encuentra en plena vigencia la legislación.
