El informe, analizado por el Dr. Eduardo Barros, presidente de la CONACOM, aclara que la alta concentración en la producción y la industria no constituye por sí misma una falta a la ley. Por el contrario, es el resultado de un sector altamente competitivo que ha logrado posicionar el 90% de su producción en mercados internacionales.
El hecho de que el consumidor local compita con el mercado externo por el acceso a la proteína es una consecuencia natural de la apertura económica y no una distorsión que el Estado deba corregir mediante decretos. El Dr. Barros fue enfático al señalar que la fijación de precios ha tenido resultados negativos en otros países y que, en Paraguay, el modelo de oferta y demanda debe prevalecer para garantizar la estabilidad a largo plazo.
DIAGNÓSTICO ESTRUCTURAL SIN ABUSOS DETECTADOS
El estudio se presenta como un diagnóstico del funcionamiento del mercado y no como una investigación de conductas ilícitas. Entre los puntos clave destacan:
Productividad sobre intervención: En lugar de regular precios, la CONACOM sugiere fortalecer a los pequeños productores con tecnología para elevar la tasa de extracción (actualmente en 16,4%).
Apertura y oferta: Se recomienda facilitar la importación de carne como una vía natural para aumentar la oferta interna sin castigar al sector exportador.
Ausencia de infracciones: No se han confirmado abusos de posición dominante ni prácticas anticompetitivas, descartando así cualquier justificación técnica para medidas coercitivas contra la industria.
Con este diagnóstico, el Gobierno reafirma que el camino hacia una carne más accesible no pasa por el control de precios, sino por el fortalecimiento de la producción nacional y el respeto a la libertad económica.














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