Filadelfia, RCC-. Ser bombero voluntario es sin duda alguna una profesión de mucha garra y amor en Paraguay, la historia de Ever Cabañas, conmueve a todo un país, luego de la carta que le había dedicado a su madre y el triste final que el mismo encontró en las calles.
El escrito comenzaba así:
“Hola mamá, te escribe tu hijo bombero, el que dejó las fiestas y los amigos desde la secundaria para ayudar a los demás. Quiero que sepas que aunque siempre nos peleamos por nuestras diferencias, sé que solo quieres lo mejor para mí, pero necesito que entiendas que ser bombero es lo que me llena, es lo que me apasiona”.
Con esas palabras escritas en la red social Facebook, Éver Daniel Cabañas Giménez de 23 años, bombero voluntario de Sajonia de la 3ra. Compañía, le dedicó un mensaje a su madre un 22 de mayo del 2019.
“Me gustaría bastante que sintieras la satisfacción de terminar con éxito un servicio, de salvar el poco patrimonio de una humilde familia, de salvar de las llamas a esa viejecita indefensa, de regresar a un bebé a sus padres, de apagar el fuego y ayudar a las personas”, expresó Ever.
Seguidamente, el joven se disculpó con su madre de la siguiente manera:
“Te quiero pedir perdón por no ser el hijo ejemplo de la familia, te pido perdón por haber faltado a las reuniones familiares, te pido perdón por no estar allí como tu querías, por provocarte insomnios por mis guardias nocturnas, en darte mil y una preocupaciones con cada servicio, el cambiarte tu hermosa sonrisa por una expresión de angustia”.
El jóven resaltaba la preocupación de su madre y agradecía todas sus oraciones de protección.
“Vuelves a decirme que no quieres que ande tan tarde en el cuartel, que no quieres que me pase algo y sé que me encomiendas a los santos, te lo agradezco mamá, sé que vives con el miedo de que algún día no regresaré a casa pero confía en mí”, dijo el joven.
El sábado, Éver salió de su guardia a las 10 de la noche. Se dirigía a su casa en su moto, pero Ever no llegó. Por el camino sufrió un accidente de tránsito, una camioneta lo arrolló y terminó por apagar la llama de servicio al prójimo que el joven bombero llevaba en su corazón.
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