Un niño que no consume suficiente leche materna termina siendo más propenso a adquirir enfermedades a lo largo de su vida, y es por ello que se busca la protección de las mujeres gestantes y en periodo de lactancia en cualquier ámbito laboral (público o privado).
La lactancia materna es la forma más adecuada y natural de proporcionar aporte nutricional, inmunológico y emocional al bebé, ya que le aporta todos los nutrientes y anticuerpos que lo mantendrán sano, sin olvidar que le permitirá crear un fuerte lazo afectivo con la madre.
Según la Dra. María de los Angeles Acosta, del Programa de Lactancia Materna del Ministerio de Salud, en nuestro país todavía hay que trabajar mucho en el sistema nacional de salud ya que no se respeta la norma de lactancia materna.
«La norma con respecto a lactancia materna es única y la dicta el Ministerio de Salud y son pocos los entes e insitituciones que se están acogiendo a esa recomendación», señaló la Dra. Acosta.
Resaltó que el actual sistema de salud no permite a la madre amamantar como tiene que ser, «hay trabas desde el embarazo hasta el post parto inmediato, y esa es la deuda que queda pendiente en el sector de salud», refirió.
Datos importantes:
- La leche materna tiene las cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas y grasa.
- Proporciona las proteínas digestivas, minerales, vitaminas y hormonas que los bebés necesitan.
- Tiene anticuerpos que ayudan a evitar que su bebé se enferme.
Un bebé bien amamantado será menos propenso a:
- Alergias
- Infecciones del oído
- Gases, diarrea y estreñimiento
- Enfermedades de la piel (tales como eccema)
- Infecciones estomacales o intestinales
- Problemas de sibilancias
- Enfermedades respiratorias, como la neumonía y la bronquiolitis
- Diabetes
- Obesidad o problemas de peso
- Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL)
- Caries en los dientes
