La iniciativa surge tras una argumentación extensa del Ejecutivo, que advierte que nunca la infancia estuvo tan expuesta a riesgos asociados al uso irrestricto de tecnología y redes sociales. “Estamos ante una verdadera emergencia de salud mental”, señala la exposición de motivos, citando estudios internacionales que muestran aumentos drásticos en ansiedad, depresión, déficit de atención y otros trastornos desde la masificación de las redes sociales a partir de 2010.
El Gobierno recuerda que ya implementó políticas enfocadas en el bienestar físico, como la Ley N.º 7264/2024 —Hambre Cero en Nuestras Escuelas—, que universaliza la alimentación escolar con enfoque de equidad. Ahora, sostiene, es el turno de abordar la otra dimensión del bienestar: la salud mental.
“Falta atender al otro aspecto esencial del bienestar de nuestros niños, niñas y adolescentes: la salud mental”, afirma el Gobierno en su Exposición de Motivos, subrayando que la revolución tecnológica obliga a los Estados a reaccionar con urgencia.
LOS CELULARES, EN EL CENTRO DEL DEBATE GLOBAL
El proyecto cita a destacados especialistas como el psicólogo estadounidense Jonathan Haidt, autor de La Generación Ansiosa, quien documenta un “colapso” de la salud mental juvenil asociado al uso intensivo de redes sociales. Entre los datos expuestos se mencionan aumentos de: 134% en ansiedad, 106% en depresión, 72% en TDA, 188% en autolesiones en niñas, y 167% en suicidios en mujeres jóvenes. El Gobierno afirma que estas cifras obligan a tomar medidas “urgentes, inmediatas y eficaces”.
EXPERIENCIAS INTERNACIONALES QUE INSPIRAN
La propuesta paraguaya sigue una tendencia global. Países como Países Bajos, Finlandia, Inglaterra, Brasil, así como instituciones de Chile, México, Corea del Sur y diversos estados de Estados Unidos, ya aplican o discuten restricciones al uso del celular en escuelas. Organismos como UNESCO y reportes del PISA (OECD) también advierten que los dispositivos afectan negativamente la concentración y el aprendizaje. Según estudios citados, las escuelas que prohíben celulares muestran mejoras en rendimiento académico, mayor interacción social y mejor ambiente escolar.
UNA PROHIBICIÓN PARA TODA LA JORNADA ESCOLAR
A diferencia de normativas anteriores, la nueva ley propuesta abarcaría todas las áreas del recinto educativo, no solo el aula: recreos, pasillos y otros espacios donde se espera que los estudiantes aprendan a convivir cara a cara.
El proyecto, sin embargo, no elimina el componente tecnológico dentro de la educación. Se contemplan excepciones claras para: fines pedagógicos o académicos, necesidades de inclusión, y situaciones especiales justificadas por la institución.
El Ejecutivo insiste en que la finalidad no es retroceder, sino ordenar: “Queremos traer a nuestros hijos de vuelta a casa”, cita el documento, llamando a proteger a la nueva generación de los efectos más agresivos del ecosistema digital.
UN DEBATE QUE RECIÉN EMPIEZA
La iniciativa será enviada al Congreso, donde promete generar un amplio debate nacional entre docentes, familias, estudiantes, psicólogos y expertos en educación. El Gobierno afirma que la discusión debe centrarse en un punto: cómo garantizar que las escuelas vuelvan a ser espacios seguros para el desarrollo emocional y cognitivo.
