A diferencia de los programas tradicionales de construcción de casas nuevas, esta iniciativa estará dirigida a familias que ya cuentan con una vivienda propia, pero que requieren mejoras estructurales para vivir con mayor dignidad. El plan contempla la construcción de unidades sanitarias completas, dormitorios adicionales y cocinas, incluyendo todas las instalaciones necesarias como sistemas sanitarios, desagües y cámaras sépticas.
Durante el encuentro, el ministro Baruja informó que, en casi dos años y medio de gestión, el Gobierno del Paraguay logró gestionar cerca de 43.000 soluciones habitacionales en todo el país. De ese total, más de 7.500 viviendas ya fueron concluidas y entregadas, a través de los distintos programas impulsados por la actual administración.
RESULTADOS HISTÓRICOS Y NUEVOS ENFOQUES
Baruja destacó que estas cifras representan un resultado histórico, ya que superan en aproximadamente un 20 % lo alcanzado durante el período gubernamental anterior, cuando se gestionaron unas 35.000 viviendas en cinco años. Además, subrayó que el avance no fue solo en cantidad, sino también en calidad e innovación, con programas diseñados para atender a distintos sectores sociales.
Uno de los ejes centrales de la política habitacional es el programa Che Róga Porã, orientado a la clase trabajadora del sector público, privado y a trabajadores independientes. El programa ofrece financiamiento de hasta 30 años, con una tasa del 6,5 % en guaraníes, considerada la más baja de la región. Hasta el momento, más de 4.200 familias ya accedieron al programa, entre créditos preaprobados y en proceso.
EXPANSIÓN DEL CRÉDITO Y RESPALDO ECONÓMICO
En los últimos meses, Che Róga Porã amplió sus modalidades con el lanzamiento de Che Róga Porã Centro, que permite acceder a créditos de hasta 725 millones de guaraníes para la compra de viviendas de hasta 1.000 millones, principalmente en Asunción.
El ministro explicó que este tipo de financiamiento a largo plazo es posible gracias a la estabilidad macroeconómica, el ordenamiento de las finanzas públicas y una economía sólida. En ese contexto, mencionó como indicadores positivos la reciente obtención del segundo grado de inversión, un crecimiento económico cercano al 6 % y la reducción de la pobreza.
Baruja recordó que históricamente el Paraguay construía alrededor de 7.000 viviendas por año, mientras que actualmente el promedio alcanza unas 18.000 viviendas anuales, más del doble. Sin embargo, señaló que el desafío estructural persiste, ya que el país necesita aproximadamente 50.000 viviendas por año para acompañar el crecimiento poblacional.
Finalmente, resaltó que la política habitacional del Gobierno no solo impacta en la calidad de vida de las familias, sino que también impulsa el sector de la construcción, uno de los principales motores de la economía nacional y de la generación de empleo.