El evento, liderado por la Dirección General del SENEPA a través del Comité de Salud Ocupacional, se llevó a cabo en las instalaciones del edificio central de la institución. Funcionarios de diversas áreas se sumaron a este gesto altruista que puede salvar hasta tres vidas humanas con cada donación. Es crucial recordar que la sangre no puede ser reemplazada artificialmente; solo el cuerpo humano puede producirla, lo que resalta la importancia de este acto para aquellos que la necesitan.
Paraguay se destaca por su riguroso control de seguridad en las transfusiones, lo que garantiza la protección del paciente. En caso de detectarse cualquier indicio de riesgo, como la presencia del parásito causante de la enfermedad de Chagas u otras enfermedades, la sangre es descartada de inmediato, y se informa al donante para que busque atención médica.
Esta iniciativa no solo demuestra el compromiso del SENEPA con la salud pública, sino también la generosidad y empatía de sus funcionarios hacia quienes más lo necesitan en la sociedad. Es un recordatorio poderoso de cómo un pequeño gesto puede tener un impacto significativo en la vida de otros.
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