Desde temprano, los automovilistas que intentaron tomar la calle San Antonio para llegar hasta Mariscal López se toparon con un vallado naranja, obreros con cascos y el rugir de las retroexcavadoras. La intersección, clave para la conexión en Fernando de la Mora, quedó bloqueada por trabajos hidráulicos que forman parte de un proyecto mayor del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Las obras consisten en la colocación de alcantarillas celulares y sumideros transversales, estructuras que no se ven a simple vista pero que, en días de lluvia, marcan la diferencia: permiten que el agua escurra y no inunde esquinas enteras.
Para quienes circulan en la zona, el desvío inmediato está en la calle Guyrá Campana, paralela a San Antonio. El MOPC aclaró que el tránsito sobre Mariscal López seguirá habilitado, aunque los embotellamientos en horas pico ya forman parte del paisaje urbano.
El proyecto no se limita a este cruce. Con 6,3 kilómetros de intervención —desde Madame Lynch hasta la ciclovía de San Lorenzo—, la obra registra un avance del 73%. Mientras los vecinos de Luis Alberto del Paraná conviven con montañas de tierra y zanjas abiertas por los trabajos de cordón cuneta y alcantarillado, los automovilistas que pasan por el acceso al Shopping Pinedo hasta el Hospital de Clínicas ya ruedan sobre nuevo pavimento asfáltico.
La promesa oficial es clara: menos anegamientos, mejores calles y un tránsito más fluido. Pero, como suele ocurrir con las obras en plena ciudad, la consigna inmediata es otra: paciencia al volante y tiempo extra en el trayecto diario.














Dejá tu comentario