Uno de los objetivos principales del Gobierno de Santiago Peña es reorganizar la estructura del Estado, volverlo más ágil y moderno, para ofrecer mejores servicios públicos y con un uso eficiente de los recursos, dijo en su acto de posesión al cargo.
Esta «transformación del Estado» se regirá con principios claros de efectividad y simplificación de procesos. En ese sentido, la creación del Ministerio de Economía y Finanzas «permitirá agilizar decisiones cruciales» incluyendo en una misma institución a Hacienda, la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Secretaría Técnica de Planificación (STP), continuó.
El ministro Fernández detalló que se impulsará la Ley de Organización Administrativa del Estado, además de una futura ley de la carrera del servicio civil, y la implementación del nuevo sistema de suministros y contrataciones públicas.
Otro proyecto necesario, dijo, es la creación de una Superintendencia de Fondos de Pensiones para fortalecer la supervisión y regulación de los recursos de los trabajadores.
Adelantó que se tienen otras propuestas legislativas para reorganizar el Estado y agregó que “el capital humano será absoluta prioridad de este Gobierno, colocando a la salud y a la educación como centro de nuestra visión de un Paraguay desarrollado”.
“No será fácil con las actuales rigideces del PGN (Presupuesto General de la Nación), pero es nuestro deber lograr una evolución positiva… no una revolución en la cual no creo. Una evolución positiva en la asignación de los recursos públicos”, puntualizó.
Otro eje presentado por el nuevo ministro es la visión económica enfocada en forjar un ambiente propicio para la inversión privada. “El sector privado generador del 85% del PIB cada año será parte activa de este cambio. Tendrá un papel fundamental en nuestra visión del futuro”, expresó.
Indicó que se deben crear las condiciones para que el sector privado invierta y prospere, como regulaciones claras y justas, la eliminación de barreras innecesarias y fomento a la competitividad.
El titular de Hacienda también señaló “la importancia de mostrarnos como un Paraguay comprometido con la sostenibilidad y la preservación ambiental”, según expresó. Afirmó que el país cuenta con «pruebas inapelables» de su protección del ambiente: un 40% de su superficie con cobertura de bosques nativos, un 15% de su superficie como áreas silvestres protegidas, la vigencia de la Ley de Deforestación 0 en la Región Oriental, ser líder en siembra directa y los niveles más bajos de CO2 per cápita en la región.
A esto se suma la posición del país como líder de producción de energía renovable, gracias a sus hidroeléctricas, y el potencial para la producción de biocombustibles y de hidrógeno verde, con importantes proyectos de inversión en ejecución.
“Preservar este Paraguay verde es un objetivo prioritario, incentivando el desarrollo de sectores económicos intensivos en fuentes de energía limpia y renovable”, sentenció.