El fiscal Adriano Rienzi, quien tomó intervención en el caso, brindó detalles del hecho a RCC Radio, confirmando que la situación escaló rápidamente tras la llegada de las fuerzas del orden. Según el relato fiscal, la Policía recibió un llamado de auxilio por riñas que se estaban dando entre integrantes de la comunidad Maká en la vía pública. Los vecinos, además, habían denunciado que las personas estaban incurriendo en actos de acoso verbal con connotaciones sexuales hacia las mujeres, y que incluso estaban cobrando «peaje» a los transeúntes del barrio.
Al llegar la Policía, compuesta por unidades Lince y patrulleras de la comisaría, el grupo inicial de indígenas, estimado entre 50 y 80 personas, se redujo. Sin embargo, un grupo de entre 10 a 15 personas comenzó la agresión directa contra los agentes.
«Comienzan a tirarles cascotes,» explicó el fiscal Rienzi. El ataque resultó en un oficial herido con un corte en la ceja y daños materiales a una patrullera, que fue rota con las piedras lanzadas.
INTERVENCIÓN CON BALINES DE GOMA Y HERIDOS NATIVOS
Ante la superioridad numérica del grupo agresor, los agentes de la Policía se vieron obligados a reaccionar. Utilizaron escopetas con balines de goma para dispersar a la multitud.
Este accionar dejó como saldo dos heridos de la comunidad Macá: uno con lesiones en la pantorrilla y otro en el muslo derecho, causadas por los balines. Tras la dispersión, la policía se retiró para volver con refuerzos, encontrando la situación más calmada.
En un intento por socorrer a los heridos, los propios miembros de la comunidad impidieron a la policía el acceso. Incluso al llegar el fiscal Rienzi y los bomberos, el líder indígena se negó a recibirlos, argumentando que estaba «muy cansado» y solicitando que las autoridades se retiren.
DETENIDOS E IMPUTACIONES
Finalmente, cuatro personas de la comunidad Macá fueron detenidas por la Policía en el hospital de Mariano Roque Alonso, adonde se habían trasladado para recibir atención.
Estas personas fueron imputadas por el Ministerio Público bajo los cargos de resistencia, perturbación de la paz pública y violación a la ley que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. El fiscal señaló que la pena más grave por la perturbación de la paz pública, que contempla que los agresores portaban cuchillos, asciende hasta los cinco años de prisión.
El fiscal Rienzi señaló que no es la primera vez que ocurre un incidente de este tipo con la comunidad Macá a causa de la ingesta de alcohol, recordando un hecho similar ocurrido en 2023.
Además, confirmó que se ha solicitado prisión preventiva para los detenidos y que se buscará una salida coordinada con la Fiscalía de Asuntos Indígenas para buscar una solución restaurativa. También se investiga a un almacén por la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad antes del incidente.














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