En este contexto, el director general de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, expresó la preocupación por la situación epidemiológica de arbovirosis, teniendo en cuenta que el ritmo de la epidemia de chikungunya está avanzando aceleradamente, de forma atípica para este periodo.
“Para hacer frente a las arbovirosis debemos atacar el problema de raíz, que en este caso son los criaderos de mosquitos que se registran en las casas” expresó.
Una mínima cantidad de agua es suficiente para que el Aedes aegypti, mosquito transmisor del chikungunya y otras arbovirosis, pueda depositar sus huevos en las paredes de recipientes con agua estancada y, de esta manera, multiplicarse.
En escasos días, los huevos del Aedes aegypti se convierten en mosquitos, listos para transmitir el virus mediante la picadura. Por eso, es crucial el control y la eliminación de potenciales criaderos.
Cabe mencionar que, con la fumigación, solo se elimina al mosquito adulto, que es el que vuela por el entorno, y no así a los huevos y larvas que se alojan en recipientes con agua estancada donde se forman los criaderos de mosquitos.
Los mosquitos se reproducen en cualquier objeto en desuso o recipiente con agua sin importar el tamaño. Por eso es importante desechar todo objeto en desuso que acumule agua.
Aquellos objetos inservibles que no puedan desecharse como aparatos domésticos, neumáticos u otros, deben colocarse bajo techo o cubrirse de forma a evitar que puedan acumular agua. Tambores o recipientes con agua que serán utilizados deben mantenerse herméticamente tapados.
Asimismo, se indica cambiar a diario el agua de los floreros para evitar que se conviertan en criaderos, previa higiene del recipiente con cepillo, agua y jabón, además de realizar limpieza de las raíces y el tallo. Es igualmente importante, desechar el agua acumulada en platos de macetas/planteras.
Como medida para protegerse contra las picaduras de mosquitos, se aconseja utilizar mosquitero para dormir y repelente para actividades al aire libre.
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