El recientemente presentado proyecto de ley para la reforma del transporte público fue recibido con expectativa por la ciudadanía, ante la promesa de mejoras urgentes en un servicio ampliamente cuestionado. Sin embargo, voces críticas ya se hacen sentir. El arquitecto urbanista Fernando Maidana, en entrevista con nuestro medio, advirtió que el documento “no está abordando los problemas principales” que afectan al sistema de transporte.
Según Maidana, uno de los mayores obstáculos del sistema actual es la falta de una gobernanza unificada. Hoy, tres entidades distintas gestionan los diferentes tipos de transporte: la Dinatran regula los buses interdepartamentales; el Viceministerio de Transporte, los metropolitanos; y las municipalidades, los buses internos. “Estos tres servicios están totalmente descoordinados. Se roban clientes entre sí y se perjudican financieramente”, sostuvo. A pesar de esto, el nuevo proyecto de ley no plantea cambios de fondo en esta estructura: solo menciona que el Viceministerio podrá “sugerir directrices” a las otras instituciones, sin establecer una estrategia clara de articulación.
Otro problema estructural señalado es la ausencia de planificación del servicio. “Nunca se hizo un mapeo serio de Asunción y el Departamento Central para definir por dónde deben pasar los buses ni cuántos se necesitan por itinerario”, explicó Maidana. Esta falta de planificación se traduce en tiempos de espera excesivos para los usuarios, itinerarios ineficientes y una cobertura desigual.
Desde la Gobernación del Departamento Central, donde actualmente trabaja Maidana, se presentaron dos propuestas para abordar estas fallas: una ejecutiva, entregada en 2024 al Ministerio de Obras Públicas, con mapas, itinerarios y cálculos financieros; y una legislativa, presentada este año al Congreso, que busca reordenar la gobernanza del transporte público.
La propuesta sugiere delegar funciones operativas y de planificación a las gobernaciones y municipalidades, mientras que el Gobierno Nacional mantendría la potestad normativa, fiscalizadora y financiera. “El Viceministerio de Transporte ya ha demostrado no tener la capacidad operativa para gestionar todo el sistema. Es hora de que el Estado nacional aprenda a delegar”, concluyó Maidana.
El debate sobre esta reforma apenas comienza, y mientras tanto, miles de usuarios siguen enfrentando cada día los efectos de un sistema fragmentado, desorganizado y sin respuestas concretas a sus necesidades.














Dejá tu comentario