El viceministro subrayó que el sector agropecuario “sigue siendo un pilar relevante” de la economía nacional, por su aporte al empleo, a las exportaciones y a la seguridad alimentaria global. Destacó que el verdadero desafío de Paraguay es seguir avanzando en el proceso de diversificación económica que impulse el desarrollo territorial equilibrado y fortalezca el vínculo entre el agro, la infraestructura, los servicios y la innovación.
Dijo que el “crecimiento inclusivo y sostenido” requiere inversiones, tanto en las capacidades como en infraestructura y tecnología, que permitan potenciar las fortalezas de los territorios.
En ese sentido, González Soley enfatizó que Paraguay está dando pasos concretos hacia una “transformación estructural” que prioriza la eficiencia del gasto público, la estabilidad macroeconómica y la modernización institucional. Señaló que, pese a un contexto internacional desafiante, el país ha mantenido un crecimiento robusto y una trayectoria fiscal responsable, con una consolidación gradual proyectada hasta 2026.
Entre las reformas clave, mencionó los avances en la administración tributaria a partir de la creación de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), que ha permitido mejorar la recaudación sin aumentar impuestos, enfocando los recursos en áreas sociales prioritarias como salud, educación, protección social y seguridad. También destacó el proceso de desdolarización de la deuda pública para fortalecer el perfil financiero del sector público.
El viceministro informó asimismo que el Gobierno del Paraguay ya ha aprobado 15 reformas institucionales y tiene cinco más en curso. A esto se suman 10 proyectos de leyes económicas presentados recientemente al Congreso Nacional, centrados en modernizar el régimen de incentivos fiscales, atraer inversión para la generación de empleo y fortalecer la gobernanza del país.
El foro, realizado en el salón “Germán Ruíz” de la Asociación Rural del Paraguay, reunió a representantes del sector público, privado y organismos internacionales, con el objetivo de identificar buenas prácticas en inversión rural, incluyendo herramientas como las asociaciones público-privadas y la priorización territorial de proyectos de desarrollo.
La actividad se enmarcó en la iniciativa global “Mano de la Mano” impulsada por la FAO, y contó con la participación del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el MEF, el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), entre otras entidades nacionales y de cooperación internacional.
