El titular de la cartera de Industria y Comercio manifestó que hablar de energía es referirse al modelo de desarrollo que el Gobierno quiere construir. “Y ese modelo solo será posible si trabajamos juntos: sector público, privado, academia. Cada uno desde su rol, pero con una visión compartida”, expresó el ministro.
Giménez recordó que Paraguay parte de una posición de ventaja, con una matriz energética 100% renovable, basada principalmente en energía hidroeléctrica, limpia, abundante y exportable. Sin embargo, advirtió que esta fortaleza puede convertirse en una debilidad si no se acompaña de una estrategia de largo plazo.
Sobre el punto añadió que más del 99% de nuestra electricidad proviene de fuentes hidroeléctricas, y el país no cuenta con suficiente respaldo técnico, ni con sistemas modernos de almacenamiento, ni con una matriz diversificada. “Si no actuamos con previsión, en ocho años podríamos enfrentar una crisis energética. No se trata de una hipótesis lejana”, insistió.
CRISIS DE BRASIL COMO EJEMPLO
Como ejemplo, citó el caso de Brasil en el año 2000, cuando una severa sequía reveló la fragilidad de un sistema demasiado dependiente de represas, sin respaldo ni diversificación. “El resultado fue racionamiento, industrias paralizadas y una pérdida masiva de confianza. Ese episodio marcó un antes y un después en la política energética brasileña”.
Ante este escenario, Giménez sostuvo que Paraguay tiene la oportunidad de anticiparse al riesgo. “Si bien aún queda mucho por hacer, ya estamos dando pasos importantes”, señaló. Entre ellos mencionó la nueva subestación de Valenzuela, que mejorará la calidad del servicio eléctrico en el interior del país, y la futura ley de energías renovables, que buscará establecer un marco moderno y transparente para atraer inversiones en energía solar.
También destacó la decisión del Poder Ejecutivo de trasladar el Viceministerio de Minas y Energía al Ministerio de Industria y Comercio, como parte de una estrategia que busca integrar la energía a una política industrial activa.
LEY ENERGÉTICA INTEGRAL
El ministro propuso una hoja de ruta basada en experiencias internacionales, tales como una ley energética moderna e integral: “Necesitamos una legislación que abarque no solo las renovables, sino todo el sistema eléctrico”, afirmó. Citó el caso de Brasil, que tras su crisis sancionó la Ley 10.848 y reorganizó su mercado eléctrico mediante subastas públicas competitivas, planificación a largo plazo y reglas claras.
Diversificación de la matriz energética: “No podemos depender de una sola fuente”, alertó. En ese sentido, destacó el modelo de Uruguay, que en una década logró una matriz 97% renovable con energía eólica, biomasa y solar, gracias a voluntad política, reglas claras y apertura al capital privado.
Instituciones técnicas fuertes: “No hay política energética sin datos, escenarios y planificación”, sostuvo, poniendo como ejemplo a Chile, que actualiza su planificación energética cada cinco años con amplia participación multisectorial.
Finalmente, el ministro llamó a transformar la riqueza energética del país en una verdadera política de Estado: “Que este foro sea el punto de inflexión en el que el Paraguay transforme su riqueza energética en una política planificada, inclusiva y orientada al desarrollo. Porque la energía del Paraguay no es solo la que fluye desde sus represas; es también la energía de su gente, de sus ideas y de su voluntad de construir un futuro con dignidad, desarrollo y justicia”, subrayó.
PROPUESTA DE UIP: UN “NUEVO PACTO ENERGÉTICO”, CON VISIÓN DE FUTURO
Por su parte, el presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, propuso la construcción de un nuevo pacto energético nacional, con una mirada estratégica, sostenible y de largo plazo, que permita afrontar con responsabilidad los desafíos del sector y garantizar el desarrollo del país. Recordó que a mediados de abril la UIP presentó un documento (sobre el peligro de un “apagón energético” a partir del año 2030) que tuvo amplia repercusión, tanto a nivel nacional como internacional. “Logramos un hecho no menor: generar un consenso transversal en torno a la necesidad de evaluar con urgencia la situación actual y actuar en el corto plazo con decisiones firmes y determinantes”, afirmó.
El titular de la UIP señaló que este espacio (el foro) no se limita a discutir tecnologías, fuentes de energía o mecanismos de financiamiento, sino abordar con franqueza el punto de inflexión en el que se encuentra el Paraguay. “No se trata únicamente de generar más energía, sino de hacerlo de manera financieramente viable, ambientalmente sostenible y socialmente justa”, remarcó.
TARIFAS “ARTIFICIALES”
En ese sentido, planteó preguntas clave: “¿Cómo pretendemos atraer inversiones millonarias si sostenemos tarifas artificialmente bajas que no cubren los costos reales? ¿Cómo garantizamos que los sectores más vulnerables tengan acceso a la energía sin hipotecar el futuro del sistema? ¿Cómo diseñamos reglas de juego que alienten la participación privada sin ceder soberanía ni habilitar abusos?”
Duarte afirmó que desde la UIP se sienten orgullosos de haber contribuido a instalar este debate nacional y de haber logrado que la diversificación de la matriz energética, independientemente de las fuentes, se convierta en una bandera país, más allá de intereses sectoriales e ideológicos.
El líder gremial sostuvo asimismo que no se trata simplemente de señalar problemas, sino de avanzar más allá de los diagnósticos. “Queremos construir, queremos aportar. Por eso este evento culminará con un documento técnico, serio y realista, que contendrá recomendaciones concretas para las autoridades, el sector privado y la ciudadanía”, anunció.
Asimismo, agradeció a las autoridades, expertos, representantes del sector privado y académicos que se acercaron a la UIP en los últimos meses para dialogar y compartir ideas. “Su participación es una muestra clara de que el compromiso con el país está por encima de cualquier diferencia”, dijo.
Finalmente, Duarte afirmó que Paraguay necesita decisiones, una visión compartida y un liderazgo comprometido, y que la UIP quiere ser “parte activa de esta transformación”. “A partir de este evento queremos dejar instalado y en forma permanente un espacio para que, año a año, podamos debatir el tema energético nacional y regional con una mirada amplia, no solamente abordando problemas, sino también tendencias, actualizaciones y avances del sector”, concluyó.
