Los 400 libros de temas varios vienen en dos lotes que, si bien la gran mayoría permanecerá en UPIE, también compartirán un porcentaje destinado a la penitenciaría Granja Ko’ê Pyahu.
Teófilo Báez como director del penal, agradeció el extraordinario gesto a Sandra Kirchhofer, jueza de Ejecución Penal de la Capital y a la jueza de Ejecución Penal de Luque, María Bareiro, presentes en el acto. Aconpañó, Vanessa Napout, directora de Bienestar y Reinserción Social de la Cartera de Justicia.
“La educación es lo que nos va a sacar adelante como nación, y el hecho de tener este acto de entrega de libros también es un compromiso con eso, tratar de dotarles a las PPL de la oportunidad de leer, y como siempre decimos, que el tiempo que están privados de su libertad sea un tiempo invertido y no perdido”, dijo la directora Napout.
El objetivo de la donación es permitir que las personas privadas de libertad accedan a herramientas didácticas e instructivas, que las acerque cada vez más a la reinserción social y con la facilidad que las mismas sigan sus estudios, decenas de ellas, a nivel universitario.
“Estudien, lean, trabajen, aprendan un oficio, sean mejores personas y supérense a sí mismo, para de esa manera tener las bases que van a necesitar el día que recuperen su libertad, para tener una vida lejos de la delincuencia y aferrada a la honestidad”, expresó la jueza Kirchhofer.
Acompañaron a las autoridades, Gloria Bordón, directora de Atención a Grupos Vulnerables y Lilian Luraschi, titular de la Coordinación General de Supervisión de Penitenciarías de la CSJ.














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