El 2 de abril se recuerda el Día Mundial de la concienciación sobre el autismo, fecha declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para poner en relieve la necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno, promoviendo sus derechos y su bienestar.
Desde la cartera sanitaria, se cuenta con el Centro Día “Vivir jugando”, institución que se dedica a la rehabilitación de niños y niñas con autismo, desarrollando una modalidad de abordaje basada en talleres terapéuticos. Actualmente, niños y niñas de 3 a 12 años reciben tratamiento en dicho centro.
El Centro Terapéutico “Vivir Jugando” no es de consultorios, sino un espacio en donde se busca posibilitar el más adecuado desempeño en la vida cotidiana del niño, mediante la implementación de actividades tendientes a alcanzar el máximo desarrollo de sus potencialidades. El abordaje se realiza a través de talleres terapéuticos, de marzo a noviembre, manteniendo al grupo de niños constante.
El autismo es una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad. La tasa del autismo en todas las regiones del mundo es alta y tiene un terrible impacto en los niños, sus familias, las comunidades y la sociedad.
En el “Acosta Ñu”
También en el hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, se atiende a pacientes con Trastorno del Espectro Autista (TEA). En su departamento de Neurología, trabajan médicos, psicólogos, fisioterapeutas y fonoaudiólogos.
Si bien no existen estadísticas en Paraguay sobre casos de autismo, sólo en el Hospital Pediátrico se atiende a 100 pacientes regulares con TEA. Las cifras varían en diferentes países pero se estima que 1 de cada 70 a 100 niños nace con este trastorno.
El Trastorno de Espectro Autista (TEA) es un trastorno del desarrollo que afecta principalmente a las funciones de la relación social, la interacción con el entorno; todo esto puede ir acompañado de conductas repetitivas, movimientos repetitivos.
El trabajo que realizan en el “Acosta Ñu” se basa primeramente en el diagnóstico, para luego dar inicio al tratamiento enfocado según cada niño. Durante su estadía por el hospital, los familiares que acompañan a sus pequeños aprenden las técnicas de terapia para que ellos repliquen estos pasos en sus hogares y el resultado sea el esperado por todos.
Desde el Pediátrico, los profesionales del departamento de Neurología constantemente se encuentran en contacto con sus pares de diferentes localidades, al igual que con docentes, en el afán de que los niños no necesiten desplazarse varios kilómetros para encontrar respuesta a sus necesidades.
En este departamento, trabajan seis médicos, seis psicólogos, cinco fisioterapeutas y cuatro fonoaudiólogos.
“Cuando vemos a un niño con TEA, tenemos que ver a una persona con muchísimo potencial, capacidad y con ganas de participar de una sociedad que estuvo excluyéndolos por mucho tiempo”, puntualiza el Dr. Marco Casartelli, jefe del departamento de Neurología de este hospital.