Filadelfia, RCC.- La noche del 14 y madrugada del 15 de mayo se celebra en Paraguay su independencia de España, la única de todo el continente que no se produjo como consecuencia directa del derramamiento de sangre.
La nación guaraní festeja con orgullo que a partir de la revolución de mayo de 1811 se administró a sí misma sin subordinación a ningún gobierno exterior, como país libre y soberano.
Los paraguayos tomaron las calles de Asunción al grito de «vencer o morir”.
Este punto de inflexión en la historia paraguaya tuvo lugar entre la noche del 14 y la madrugada del 15 de mayo de 1811, cuando los revolucionarios asumieron la responsabilidad de liberar Paraguay.
El cambio de gobierno se consumó sin disparar una sola bala”.
Pedro Juan Caballero, Fulgencio Yegros, Vicente Ignacio Iturbe y José Gaspar Rodríguez de Francia, entre otros, desarrollaron los planes revolucionarios en la casa de la familia Martínez Sáenz, actualmente conocida como la Casa de la Independencia. Está ubicada en el microcentro de Asunción y hoy en día puede ser visitada como museo.
Así, en la noche del 14 de mayo, los revolucionarios tomaron el Cuartel General, a cargo del oficial de guardia Mauricio José Troche, y liberaron a más de 30 presos políticos.
El pueblo y las tropas invadieron las calles de Asunción al grito de ”Vencer o morir” y, en la madrugada del 15 de mayo, el gobernador Bernardo de Velasco entregó las armas, admitió dos diputados adjuntos, y separó a los funcionarios españoles y a todos los miembros del Cabildo. Ningún buque pudo salir de Asunción.
Fue izada la bandera paraguaya y veintiún cañonazos honraron la libertad de Paraguay”.
Bando del 30 de mayo de 1811: “El pueblo valeroso del Paraguay, desplegando la energía de sus fuerzas, nada más ha deseado sino el que se respete su libertad”.
Dejá tu comentario