El operativo se desarrolló en el puerto privado de Caacupemí, Villeta, en colaboración con la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) y la Fiscalía. Los expertos de la SENAD confirmaron la presencia de la sustancia prohibida, detectando según datos preliminares, el descubrimiento de 1000 kilos de cocaína.
Oscar Orué, director nacional de Ingresos Tributarios, explicó que la «Operación Dulzura» surgió tras recibir información sobre la posible salida de una carga significativa de droga hacia Europa. Esta situación llevó a intensificar los controles sobre productos sensibles, como el azúcar, para evitar que fueran utilizados para camuflar narcóticos. De las 17 toneladas de azúcar inspeccionadas, una parte considerable resultó estar contaminada con cocaína pura.
El descubrimiento subraya la importancia de los operativos de vigilancia en los puntos de salida de mercancías y pone en evidencia las tácticas utilizadas por las organizaciones delictivas. La operación sigue en curso, y se espera que en los próximos días se den a conocer más detalles sobre el caso.
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