Durante su intervención en la primera plenaria de líderes de Estado, el mandatario afirmó que Paraguay participa de la IX Cumbre de las Américas convencido de que es un “espacio de vital importancia para el fortalecimiento de la democracia”. Además, manifestó: “Creo que este foro constituye un espacio preciado para compartir experiencias y reafirmar nuestras convicciones republicanas, al tiempo de repensar las amenazas que podrían poner en riesgo la permanencia del sistema democrático”.
En ese sentido, instó a formar una “conciencia moral” sobre el valor supremo de la democracia y señaló que “el principal deber que tenemos como gobernantes es el de lograr que en nuestras sociedades se conciba a la democracia constitucional como la forma indiscutida de convivencia política”.
Abdo Benítez reflexionó que la pandemia evidenció las necesidades que atraviesan a nuestras sociedades en materia de lucha contra la desigualdad que, según dijo, “sigue siendo una de las grandes tareas inacabadas de nuestra región”.
“Si la pandemia sirvió para poner las prioridades en orden y experimentar nuevos métodos para hacernos cargo de ellas, este tiempo posterior a ella nos demanda compartir y elevar al plano regional las estrategias que desplegamos como respuesta, y potenciar, desde el multilateralismo, el inamovible ideal de generar prosperidad”, mencionó.
El presidente igualmente indicó que, además de los viejos retos, actualmente se presentan nuevos desafíos como la criminalidad organizada. “Las asociaciones criminales dejaron de operar en los márgenes y, cada vez más, permean la política y el mercado. Este fenómeno delictivo, que desvirtúa el funcionamiento de la democracia y corroe severamente la cultura de la legalidad, solo podrá ser derrotado si logramos el involucramiento masivo de los ciudadanos”, advirtió.
El mandatario igualmente se refirió al reciente asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Colombia. “Este hecho funesto y desolador para todos nos trae una premisa incuestionable: si el crimen organizado es trasnacional la respuesta para enfrentarlo también debe serlo. Necesitamos soluciones conjuntas para este flagelo que no reconoce fronteras y que nos tiene como adversarios comunes a todos”, afirmó.
En ese sentido destacó que la cooperación entre Paraguay y Colombia en este caso derivó en operativos inmediatos que permitieron identificar a los potenciales responsables de la muerte del fiscal Pecci. “Ese es el camino que el Paraguay quiere seguir, y que pretende sea ampliamente compartido por los países que conforman este espacio”, dijo.
Finalmente, el presidente se refirió a la crisis climática, que es “otro gran desafío compartido que debemos enfrentar juntos. Nuestros esfuerzos deben estar orientados a mitigar las consecuencias del cambio climático en nuestras sociedades, a través de compromisos concretos, sobre todo de los países que más responsabilidad tienen”.
“Con la democracia en una mano y el estado de derecho en la otra, participamos con emoción de este extraordinario encuentro junto a naciones hermanas tan queridas, a las que reconocemos como aliadas para proyectar, sobre la base del consenso a pesar de nuestras genuinas diferencias, ese futuro sostenible, resiliente y equitativo, que todos aspiramos”, concluyó el mandatario.
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