Dos realidades distintas hoy sacuden a los pobladores de los bañados Norte y Sur ante la crecida del río Paraguay, que llegó a los 5,56 metros ayer y superó su nivel crítico. En el lado Sur el cauce todavía no provoca mudanzas masivas y la comunidad educativa terminará las evaluaciones finales antes de lo previsto, en la primera quincena de noviembre.
De las 130 familias que acuden con sus hijos a la escuela Virgen de Luján de Fe y Alegría, en el Bañado Sur, solo seis se mudaron hasta la fecha. Teniendo en cuenta que el nivel del cauce sigue creciendo, pero con la experiencia de inundaciones anteriores, las evaluaciones finales a los chicos de la Escolar Básica comenzarán mañana.
Rendirán hasta el 14 de noviembre, pero asistirán a la institución educativa hasta el 30, para realizar talleres de contención, artes y sobre temas de interés del barrio. Asimismo, recibirán almuerzo y merienda escolar hasta el último día. Lo que también está claro es que alumnos, docentes y directoras resistirán hasta lo último para evitar trasladarse de las escuelas en esta zona, teniendo en cuenta que recién se ven afectadas cuando el río llega a los 7 metros.
“Sufrimos demasiado cuando nos mudamos y el agua realmente no siempre invade la escuela. En reiteradas ocasiones nos robaron objetos como televisores o tecnologías que utilizamos con los alumnos para intentar mejorar las clases diarias”, aseguró la directora de Virgen de Luján, Liz Riveros de Bareiro.
Esta es la quinta crecida crítica en los últimos años.
“Evidentemente no vamos a desarrollar todos los contenidos, pero dejamos poco para el año que viene”, indicó sobre el adelantamiento del cierre de las evaluaciones. El mismo procedimiento tendrán los más de 600 estudiantes que acuden a la escuela y colegio privado subvencionado San Cayetano de Fe y Alegría.
De las 27 instituciones educativas en riesgo por las inundaciones, solo una concretó el traslado temporal, la escuela privada subvencionada Caacupemí del Banco San Miguel. Una segunda escuela planea ir a un centro comunitario en los próximos días, la escuela Elisa Lynch de la Chacarita.
“Estamos tranquilos porque vemos que el director está haciendo las gestiones necesarias. Sí estamos cansados de las mudanzas, porque no se encuentra una solución definitiva a las inundaciones que nos permita vivir con tranquilidad en el lugar donde nacimos”, afirmó Mary Florentín, mamá de un alumno de Elisa Lynch.
INICIO DE CLASES.
El MEC ya aprobó las modificaciones en el calendario escolar. Además, planifica la vuelta a clases del 2019, que en al menos la mitad de los centros escolares afectados sí podría darse en locales alternativos como parroquias, clubes o tinglados de la capital. Esto, considerando que la crecida continuará.
Fuente:UH