El operativo cuenta además con el apoyo de helicópteros equipados con sistema bambi para lanzar agua en las áreas más críticas, sumándose a la labor de bomberos voluntarios y brigadas forestales ya presentes en el lugar.
En los últimos días, los fuertes vientos han complicado las tareas de contención, lo que obligó a reforzar el envío de personal para combatir las llamas.
Según el ministro de Defensa Nacional, Óscar González, ya se encuentran en la zona unas 100 personas trabajando para controlar el fuego y evitar su propagación. El contingente que partió el domingo relevará al equipo que lleva varios días en la línea de fuego, ayudando a mitigar los efectos del siniestro.
El incendio de gran magnitud que comenzó el 2 de septiembre consumió alrededor de 182.000 hectáreas, en su mayoría bosques nativos, en una de las áreas más importantes de reserva natural en la frontera con Bolivia.
Aunque las lluvias del pasado fin de semana habían permitido la extinción de varios focos, un nuevo incendio se desató en la Estancia El Tigre, a 50 kilómetros del área previamente afectada, lo que ha reactivado las alertas en la región.
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