La colaboración interinstitucional busca implementar acciones y estrategias en la capital de la República, los 17 departamentos y los 263 municipios, con el propósito de crear un entorno seguro para la infancia y la adolescencia. Este esfuerzo conjunto surge a raíz del decreto reglamentario de la Ley 6903, firmado por el presidente de la República el pasado 27 de diciembre, que establece medidas de protección a menores de edad frente a las máquinas tragamonedas.
Carlos Liseras enfatizó la gravedad de la situación, señalando la proliferación desmedida de estas máquinas en lugares prohibidos, lo que pone en riesgo la salud de los menores en su totalidad. Destacó que muchas de estas máquinas constituyen juegos de azar clandestinos, careciendo de autorización tanto de los municipios respectivos como de la Conajzar.
La Ley 4716/12, que impone penas privativas de libertad de hasta 5 años para quienes incumplen la normativa de juegos de azar, cobra mayor relevancia con la entrada en vigor de este decreto reglamentario. Liseras subrayó la obligación de cumplir con la normativa, instando a quienes deseen operar en el rubro de juegos de azar a tramitar autorizaciones en los municipios y registrarse en la Conajzar, operando exclusivamente en salones cerrados y prohibiendo la entrada a menores.
En cuanto a la regulación y fiscalización de los establecimientos de juegos de azar, Conajzar trabajará de la mano con los municipios para prevenir el acceso de menores, protegiéndolos de los riesgos asociados a estas prácticas adictivas. Liseras destacó la importancia de acabar con esta problemática, siguiendo la orden directa del presidente de la República.
La reunión contó con la presencia del ministro Walter Gutiérrez, la viceministra de Desarrollo Regional Verónica Arguello, el viceministro de Protección de Derechos Eduardo Escobar Said y el director general de Asesoría Jurídica del MINNA, Ernesto Benítez.
Es fundamental recordar que la Ley 6903/23 prohíbe la instalación de juegos electrónicos de azar en lugares públicos con presencia de niños, niñas y adolescentes, abarcando mercados, despensas, peluquerías, salas de internet, farmacias, hamburgueserías y la vía pública, así como en cualquier establecimiento no dedicado exclusivamente al rubro de los juegos de azar o casinos.














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