Filadelfia, RCC. -El pasado viernes, a través de un comunicado emitido por la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), los líderes de Pueblos Originarios denunciaron formalmente la desidia e inacción de los gobiernos ante la pandemia del Coronavirus.
“Frente al Covid-19, los gobiernos de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Perú, Guyana, Surinam y Venezuela están llevando la invisibilización de los pueblos indígenas a un nuevo extremo: no llegan ni alimentos ni insumos de prevención”, lamentó Gregorio Mirabal, Coordinador General de la COICA y perteneciente al pueblo Wakuenai Kurripaco (Venezuela).
Pese a que Paraguay no forma parte de la organización, la situación de las comunidades indígenas en nuestro país no escapa a esta realidad y en medio del peligro que significa la propagación del COVID-19, los Pueblos Originarios deben sobrevivir entre la falta de insumos, el riesgo y la indiferencia de los gobernantes.
“El hambre está asolando a muchas comunidades indígenas de todo el país, las cuales han acatado las medidas sanitarias impuestas de aislamiento, pero que así vieron truncas sus oportunidades de subsistencia, aguardando una asistencia comprometida del Estado en materia de alimentación, medicamentos y agua, cuya concreción está demorando en demasía”, aseguró Amnistía Internacional.
“Miles de indígenas en el Paraguay están pasando hambre y abandono, precarizando aún más sus condiciones de vida, que ya de por sí, antes de la llegada del COVID-19 eran difíciles. Datos proveídos por el propio Estado señalan que poco más del 65% de miembros de Pueblos Indígenas se encuentra en situación de pobreza y más del 30% en pobreza extrema”, recordaron en el material.
ATENTADO CONTRA LA VIDA Y LA SALUD DE LOS PUEBLOS
Cabe recordar que más del 50% de la población chaqueña es nativa, representa la fuerza laboral desde siempre. El presente muestra que los Pueblos Originarios están viviendo un momento bastante vulnerable, no solo por la cuarentena sanitaria, sino además por la sequía que está azotando a la zona.
“Negar el diseño y asunción de medidas de protección adecuadas, que atiendan su vulnerabilidad previa, su pertinencia cultural y sus derechos ya insatisfechos de forma a revertirlos, no solo representaría más discriminación, sino que además, atentaría contra la vida y la salud de los Pueblos Indígenas”, agregó Amnistía Internacional.
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