En la apertura del encuentro, el ministro de Justicia, Daniel Benítez, refirió que la actividad forma parte de un proceso que busca dar oportunidad a las personas privadas de libertad que «están condenadas, que trabajan y estudian que desean salir adelante siendo esta una muy buena oportunidad para que se involucren con la sociedad», manifestó.
Sobre el último punto sostuvo que «la sociedad tiene temor a la gente que estuvo recluida en una penitenciaria, entonces lo que buscamos es familiarizar a la ciudadanía y que tengan en cuenta de que estas personas no le causarán ningún daño. Son personas que quieren otra oportunidad y nosotros debemos darle esa oportunidad», reconoció.
Afirmó que esta es la última etapa que ellos deben pasar para obtener la libertad. «Algunos de ellos ya cuentan con salida transitoria, beneficios o redenciones, y estos trabajos comunitarios le va a sumar beneficios en su Juzgado de Ejecución», explicó.
En cuanto a las internas del Buen Pastor manifestó que actualmente cuentan con un proyecto con una empresa maquiladora que quiere contar con la mano de obra de las mujeres que se encuentran recluidas. «Ellas ya tuvieron su primera experiencia y ahora la empresa está pidiendo aumentar la producción», refirió.
El titular de Justicia sostuvo que este tipo de opciones con las que se deben plantear a las personas privadas de libertad, ya que «lo que más les afecta o perjudica es el ocio, estar sin tener una actividad hace que muchas veces se dediquen a cosas no productivas», mencionó.
Esta iniciativa forma parte del programa «Transformando mi ciudad: Servicio que nos une, trabajo que restaura» que es impulsado por el Ministerio de Justicia y cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Asunción. El mismo busca no solo contribuir al bienestar del medio ambiente, sino también brindar a las personas privadas de libertad la oportunidad de participar activamente en la sociedad y demostrar su capacidad para generar un impacto positivo en la comunidad.