Durante una reciente entrevista en RCC, la Magíster Rocío Florentín, experta en Neuropsicología y Neuroeducación, abordó el creciente uso de celulares en las aulas y su impacto en el desarrollo académico de los estudiantes. Florentín, quien también se desempeñó como ministra de la Senadis y del Departamento de Educación Inclusiva del MEC, subrayó que la tecnología, incluida la utilización de dispositivos móviles, es una realidad en la vida de los jóvenes y que el sistema educativo no puede permanecer ajeno a este cambio.
«El celular siempre va a estar en la vida. La tecnología es algo que no tiene vuelta atrás», afirmó Florentín, destacando que, si bien el uso del celular puede generar distracciones como el acceso a redes sociales, también ofrece oportunidades educativas. La experta sugirió que los docentes deben incorporar el uso del celular en el aula de manera controlada, utilizando herramientas como la inteligencia artificial y otros recursos digitales que pueden enriquecer el aprendizaje.
Sin embargo, Florentín advirtió que el celular también presenta riesgos, como el acoso virtual y el bullying, que pueden derivarse del uso excesivo de las redes sociales y otras aplicaciones. Por ello, destacó la importancia de enseñar a los estudiantes a gestionar su uso de la tecnología, proporcionando las herramientas necesarias para que puedan interactuar de forma segura y responsable en el entorno digital.
En cuanto a la edad adecuada para integrar el celular en el entorno escolar, la experta recomendó que, para los estudiantes menores de 15 años, su uso debería ser limitado, ya que los niños en edades tempranas necesitan más interacción física y social para un desarrollo adecuado. Para los adolescentes mayores, el celular podría utilizarse como una herramienta pedagógica, pero siempre bajo supervisión y con un enfoque claro en su uso educativo.
Florentín también hizo referencia a las recomendaciones de la Sociedad Española de Pediatría, que sugiere la limitación de pantallas en niños menores de 6 años, debido a los efectos negativos que el uso temprano de la tecnología puede tener en su desarrollo sensorial y motor.
Finalmente, la exministra concluyó que el sistema educativo debe estar preparado para afrontar los desafíos que presenta el uso de la tecnología, incorporando el desarrollo de habilidades digitales en el currículo escolar y asegurándose de que los estudiantes estén equipados para convivir de manera responsable en el mundo digital.