El Dr. Ángel Barchini, a más de un mes de su nombramiento como el próximo ministro de Justicia, designado por el presidente electo Santiago Peña, comienza a plasmar sus delineamientos sobre su modelo de gestión, en ese sentido, llegó hasta la Asociación Vuelve a Soñar, para reunirse con los representantes de las Capellanías Evangélicas del Paraguay, quienes lo recibieron a fin de articular acciones a implementarse, luego de que el mismo asumiera el alto mando de la cartera del Estado.
Esta reunión tuvo como enfoque la relevancia de las Capellanías Evangélicas Carcelarias llevadas a cabo actualmente dentro de las penitenciarías del país. En este espacio, Barchini afirmó que, durante su gestión, éstas labores se fortalecerían procurando facilitar que las personas privadas de libertad puedan conocer al Señor, aun estando dentro de las cárceles.
Este punto fue tratado, en vista de que más del 40% de la población penitenciaria del país, forman parte de los programas de rehabilitación e reinserción en el sistema carcelario, que en su mayoría, carece de fondos estatales.
El próximo titular, reconoció la importancia de la incidencia de Dios para renovar las vidas de todas aquellas personas que, hoy, no encuentran un camino debido a que se ha perdido el temor al Señor y se comprometió a trabajar con las iglesias de todo el país para motivar un cambio dentro de los centros de reclusión.
El futuro ministro se mostró colaborador e interesado con que se sigan impartiendo las capellanías carcelarias, refiriendo: “Me parece extraordinaria la labor que están haciendo todas las iglesias evangélicas, la presencia de Dios en toda la restauración y la reinserción del ciudadano privado de libertad es fundamental, entonces el trabajo y la ayuda que van a hacer las diferentes iglesias en las cárceles de todo el Paraguay es fundamental y yo estoy convencido de que si Dios está con nosotros, quien estará en contra. Si Dios está en nuestros corazones todo es posible”.
Por otra parte, planteó la posibilidad de instaurar en el sistema penitenciario una presencia permanente de capellanes: “Yo voy a poner una oficina de auxilio espiritual para todos los centros penitenciarios donde van a estar todas las iglesias. Si nosotros conseguimos que todas las personas privadas de libertad le tengan temor a Dios, como lo tengo yo, entonces estaremos salvados”, finalizó.