La iniciativa, que contó con el respaldo técnico y financiero de la Unión Europea (UE), logró reunir en un solo espacio a representantes del sector público, empresas privadas, la academia, organismos internacionales y comunidades de fe. El objetivo fue claro: visibilizar y agradecer el compromiso de 32 instituciones que hoy son el motor de programas de capacitación, empleo y contención para personas privadas de libertad (PPL) y aquellas que han recuperado su libertad.
UNA VISIÓN HUMANISTA DE LA JUSTICIA
Durante la apertura, el ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, ofreció un discurso cargado de sensibilidad social, alejándose del enfoque meramente punitivo. Para el titular de la cartera, la eficacia del sistema judicial no debe medirse solo por las sentencias dictadas, sino por la capacidad de la sociedad para reabsorber a sus ciudadanos de manera productiva.
«La verdadera justicia no termina en una sentencia, comienza cuando damos a las personas la oportunidad de reconstruir sus vidas con dignidad y esperanza. Cada persona que logra capacitarse y acceder a un empleo es un triunfo colectivo: es una familia que recupera la confianza y una sociedad que avanza hacia la paz y la inclusión», enfatizó Nicora.
En la misma línea, María Victoria Rivas, directora ejecutiva del CEJ, resaltó que la libertad por sí sola no garantiza el éxito si no existe un entorno que la sostenga. «La reinserción social es una responsabilidad compartida, y este reconocimiento pone en valor a quienes eligen involucrarse y construir segundas oportunidades reales», señaló, destacando que el apoyo social es el único antídoto eficaz contra la reincidencia delictiva.

LOS PILARES DE LA REINSERCIÓN: DE LA CÁRCEL A LA FÁBRICA
El evento no solo fue protocolar, sino que sirvió para exponer resultados tangibles. A través de testimonios y presentaciones, se demostró cómo programas de empresas como Cortinerías del Paraguay, Mega Plásticos o Doble A, han logrado integrar a internos en cadenas de producción de alta calidad, permitiéndoles generar ingresos para sus familias mientras cumplen sus condenas.
El reconocimiento también alcanzó a la Academia y las Iglesias, sectores que trabajan en la base de la pirámide social. Universidades como la Americana, la Nacional de Caaguazú y la Universidad Autónoma del Sur (UNASUR) fueron distinguidas por llevar la educación superior a los centros penitenciarios, mientras que comunidades de fe como el CFA o Fe y Alegría recibieron aplausos por su labor en la transformación espiritual e integral de los internos.
HACIA UN MODELO DE INCLUSIÓN SOSTENIBLE
La presencia de figuras como el viceministro de Política Criminal, Rubén Maciel, y la directora de Bienestar y Reinserción Social, Rosalía González, subrayó la institucionalidad que el Gobierno busca darle a estos programas. La meta es que estos 32 reconocimientos sirvan de efecto multiplicador para que más empresas se sumen a la Ley de Reinserción y aprovechen el capital humano disponible en las penitenciarías.
El acto concluyó con un compromiso renovado entre el Estado y los aliados estratégicos, reafirmando que Paraguay avanza hacia un modelo de justicia con enfoque en derechos humanos, donde el trabajo, la educación y el arte —como el promovido por la Orquesta Sinfónica Nacional— son las herramientas principales para garantizar que el regreso a la libertad sea definitivo y exitoso.
Esta es una propuesta de redacción con un enfoque humanista y de alianza estratégica, seguida de las versiones optimizadas para redes sociales.
Alianza por la Dignidad: 32 instituciones son premiadas por abrir puertas a la reinserción social en Paraguay
En una emotiva ceremonia celebrada en el Centro Cultural del Puerto de Asunción, el Ministerio de Justicia y el Centro de Estudios Judiciales (CEJ), con el respaldo de la Unión Europea, entregaron los “Reconocimientos por la Reinserción Social 2025”. El evento destacó la labor de 32 entidades —entre empresas, universidades e iglesias— que han decidido transformar el sistema penitenciario en un puente hacia nuevas oportunidades.
UNA JUSTICIA QUE TRASCIENDE LA SENTENCIA
El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, abrió el acto con un mensaje contundente sobre el propósito del sistema penal: «La verdadera justicia no termina en una sentencia, comienza cuando damos a las personas la oportunidad de reconstruir sus vidas con dignidad». Para Nicora, cada empleo otorgado a una persona que recupera su libertad es un triunfo contra la reincidencia y un paso hacia la paz social.
Por su parte, María Victoria Rivas, directora del CEJ, enfatizó que la reinserción es una responsabilidad colectiva: «Cuando alguien sale en libertad, no empieza de cero; empieza con lo que la sociedad esté dispuesta a ofrecerle».
Los protagonistas del cambio
El reconocimiento se dividió en categorías que reflejan la diversidad de actores involucrados: Sector Privado: Empresas como Cortinerías del Paraguay y Ñamopu’a Paraguay fueron premiadas por programas de empleo directo. Academia: La Universidad Americana, la UNA de Caaguazú y la UNE, entre otras, recibieron distinciones por sus programas de formación profesional intramuros.
Sociedad Civil y Fe: Organizaciones como la Fundación Paraguaya y el Centro Familiar de Adoración fueron clave en el soporte emocional y técnico. Sector Público: Entidades como el SNPP y el SINAFOCAL, junto a gobernaciones de Cordillera y Caaguazú, fueron reconocidas por su articulación institucional.
El acto contó con la presencia de autoridades nacionales y representantes diplomáticos, reafirmando que la reinserción social es, hoy más que nunca, una política de Estado que requiere del compromiso del sector privado para garantizar que la libertad venga acompañada de un trabajo digno.














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