Al cumplirse un año del lanzamiento del programa Hambre Cero, el presidente Santiago Peña convocó a los miembros del Consejo Nacional de Alimentación Escolar (Conae) y autoridades departamentales para evaluar los avances de esta política pública que considera un legado colectivo.
Durante el acto realizado en Mburuvicha Róga, el mandatario destacó que en sus primeros doce meses Hambre Cero entregó más de 254 millones de raciones alimentarias a 1.050.000 alumnos en 7.036 instituciones educativas de 236 distritos del país. “Es un éxito de todos y un gran legado que vamos a dejar”, afirmó.
Sin embargo, Peña advirtió que, pese a sus logros iniciales, el programa “no anda solo” y requiere acompañamiento constante, especialmente en lo que respecta a los mecanismos de control y transparencia. Pidió que estas instancias no se limiten a ser trámites burocráticos, sino herramientas reales y efectivas que garanticen la integridad del programa.
El jefe de Estado valoró también la labor articulada entre el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), las gobernaciones y los municipios, que permitió llegar a los sectores más vulnerables. Resaltó que Hambre Cero no solo combate la desnutrición infantil, sino que tiene un impacto a largo plazo en la salud y el rendimiento de los estudiantes, proyectándose incluso en la adultez.
“Queremos niños más sanos, que aprendan más, y eso se traducirá en adultos más saludables. Ese impacto tal vez hoy no lo podamos cuantificar, pero será uno de los más significativos”, sostuvo Peña.
Finalmente, apuntó a un desafío aún mayor: ampliar la cobertura del programa a todos los estudiantes de la educación media, lo que implicaría incorporar a 250.000 nuevos beneficiarios, y crear condiciones para que más padres opten por la educación pública frente al sistema privado.
“Mi anhelo es llegar al 100% de la media. Hambre Cero tiene que crecer, fortalecerse y dejar huella en el futuro del país”, concluyó.














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