Una de las problemáticas principales que atraviesan estudiantes de la región chaqueña, de diferentes edades y de escasos recursos (muchos de ellos nativos), es la obligación de abandonar sus estudios por cuestiones independientes a su voluntad, varios son los factores que influyen en esto, entre ellos la falta de trabajo y por ende de alimentos.
En el sector nativo, se podría decir que la cultura misma influye, cuando los padres de los niños no sienten la necesidad de que sus hijos estudien o por la falta de empleo, se mudan de aldea, cambian de trabajo, todo esto afecta de manera negativa al proceso educativo del hijo.
Esto tiene que ser previsto y cubierto por las instituciones públicas, por los gobernantes y desde este plano, un almuerzo o merienda que beneficie a niños en edad escolar se hace más que necesario. Hace falta más que palabras, más bien políticas públicas que abarquen estos asuntos.
Así lo entienden también desde la Coordinación Departamental del MEC en Boquerón, que por medio de su representante Eulogio Irala, quien agregó que “en el sector indígena por el sistema de vida que ellos llevan, muchas veces se mudan por temas de trabajo, alimentación” sostiene además que, si se garantiza la merienda y el almuerzo escolar se disminuirá la deserción escolar
Desde la Unidad Departamental de Estadísticas consideran dos tipos de deserciones en sus estudios, primero los alumnos que se matriculan y con el tiempo abandonan, luego están los que logran terminar, pero al año siguiente no vuelven.
A modo de contextualización, en la región chaqueña se registran a unos 16967 estudiantes, de los cuales un 7% pertenecen al segmento de desertores, traducida a cantidad, serian más de mil estudiantes quienes abandonaron sus estudios tan solo en 2017, una cantidad bastante considerable.
Respecto al porcentaje de deserción escolar en años anteriores: “de hecho por ejemplo haciendo una comparación a lo que fue el año 2016 que tuvimos un poquito más del 12,8% ahora en 2017 que estamos cerrando realmente hubo una baja considerable” señaló Jorge Ojeda, Coordinador de la Unidad Departamental de Estadísticas del MEC en el Dpto. de Boquerón.
Estudios señalan que niños de escasos recursos, nativos y no nativos sufren un duro golpe entre los meses de septiembre y noviembre, considerado una de las épocas más complicadas, donde por cuestiones climáticas se frena la producción, sumado a que en esas épocas disminuyen las ayudas por parte de los Ministerios. Entonces se tendría que hacer una adecuación empezando por el calendario y también la asistencia en esas épocas.
La deserción escolar representa un desafío que deben abordar no solo desde el municipio, solo desde el Gobierno Central por medio de su cartera educativa, es importante que el Ministerio de Educación adopte medidas que se adapten a la realidad de los niños chaqueños.