En medio del creciente conflicto bélico entre Irán e Israel, que este jueves entra en su séptimo día de intercambios armados, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, analiza la posibilidad de involucrar a su país en el enfrentamiento. Así lo confirmó la Casa Blanca, que destacó que la decisión se tomará “en las próximas dos semanas”, a la espera de un posible escenario de negociaciones diplomáticas con Teherán.
“Con base en la posibilidad sustancial de que se celebren negociaciones con Irán en un futuro próximo, tomaré mi decisión sobre si iré o no en las próximas dos semanas”, expresó Trump, según un mensaje directo transmitido por su equipo de prensa.
El mandatario republicano sostuvo ya tres reuniones consecutivas con su gabinete de seguridad nacional, en las que se analizó el riesgo de una escalada regional. Una de las principales preocupaciones expuestas por la Casa Blanca es la capacidad nuclear de Irán. Según funcionarios, la República Islámica cuenta con los recursos técnicos para fabricar un arma nuclear en apenas semanas, si el líder supremo, ayatolá Ali Khamenei, diera la orden.
“Irán tiene todo lo necesario para lograr un arma nuclear. Solo necesita una decisión del líder supremo. Completar la producción de esa arma tomaría un par de semanas, lo que representaría una amenaza existencial, no solo para Israel, sino para Estados Unidos y el mundo entero”, advirtió un portavoz oficial.
A pesar de que Irán negó estar en conversaciones con Washington, la secretaria de Prensa, Caroline Levitt, aseguró que el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Whitkoff, mantuvo contactos con el ministro iraní de Asuntos Exteriores. Esto reabre la posibilidad de un canal diplomático en paralelo al conflicto armado.
Mientras tanto, el mundo sigue atento a los movimientos de Washington y a la posibilidad de que la potencia norteamericana se sume directamente a una guerra que amenaza con desestabilizar aún más la región.














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