La decisión de la administración Trump abre la puerta a un posible escalamiento de las operaciones militares contra las organizaciones criminales transnacionales. La estrategia ya se traduce en un despliegue sin precedentes en el mar Caribe, que incluye grupos anfibios, destructores, aeronaves de combate F-35 y una fuerza especial de 4.500 efectivos militares.
Según la filtración, el objetivo de la ofensiva no se limita a los cárteles de droga, sino que también apunta a organizaciones consideradas terroristas, entre ellas el denominado “Cartel de Los Soles”, vinculado a altos mandos militares en Venezuela.
De acuerdo a analistas internacionales, con esta medida, la Casa Blanca equipara la lucha contra el narcotráfico con la guerra contra Al Qaeda, sentando un precedente que podría redefinir la política de seguridad estadounidense en la región.
Con esta argumentación presidencial, se da una justificación legal del por qué deberían considerarse acciones legítimas y no asesinatos los tres ataques militares considerada estadounidense que el mandatario ordenó contra embarcaciones en el mar Caribe el mes pasado.














Dejá tu comentario