Como parte de su estrategia, la administración de Donald Trump ordenó el despliegue de tres buques de la Armada con 4.000 efectivos en aguas del Caribe, cerca de Venezuela. Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, la misión tiene el objetivo de “usar todo su poder para frenar el flujo de drogas hacia EEUU”.
El tono de las acusaciones se agudizó a inicios de agosto, cuando el gobierno estadounidense elevó a 50 millones de dólares la recompensa por la captura de Maduro.
La fiscal general Pam Bondi afirmó que “es uno de los narcotraficantes más grandes del mundo y una amenaza a la seguridad nacional”, agregando que en lo que va del año la DEA ha incautado 30 toneladas de drogas provenientes de Venezuela, de las cuales siete estarían directamente vinculadas al jefe de Estado venezolano.














Dejá tu comentario