Desde el pasado domingo, equipos técnicos han estado utilizando perforadoras para evacuar a los obreros que quedaron atrapados tras el derrumbe parcial del túnel en el estado de Uttarakhand, al norte de India.
En el proceso de rescate, se está trabajando en la introducción de un cilindro de acero de aproximadamente 90 centímetros de diámetro, a través del cual se evacuará a los trabajadores. Hasta el momento, solo se ha logrado insertar 18 metros de este tubo.
Deepak Patil, quien dirige los trabajos de rescate, declaró hoy: «Si seguimos trabajando a este ritmo, se necesitarán otras 40 o 48 horas para rescatar a los obreros».
Los rescatistas han logrado establecer comunicación con los obreros atrapados mediante radio y han enviado suministros esenciales, como comida, agua, oxígeno y medicinas, a través de un tubo de 15 centímetros de diámetro, según informó la agencia de noticias AFP.
Aunque no se ha proporcionado información oficial sobre el estado de los obreros, los informes locales indican que algunos de ellos han experimentado vómitos, dolores de cabeza, ansiedad y problemas estomacales.
En el área exterior del túnel, se ha establecido un hospital de campaña con seis camas, y se han desplegado ambulancias para atender los casos más urgentes.
Para este operativo de rescate, India ha solicitado la asesoría de una empresa tailandesa que participó en el exitoso rescate de un grupo de niños de una cueva en 2018, así como la colaboración de expertos en mecánica de suelos y geólogos de un instituto noruego.
El túnel afectado forma parte de un proyecto destinado a conectar las localidades de Silkyara y Dangalgaon, que albergan dos de los templos hindúes más sagrados, el de Uttarkashi y el de Yamunotri.
Los expertos han advertido sobre el impacto de grandes construcciones en el estado de Uttarakhand, donde grandes áreas son propensas a deslizamientos de tierra, y en un país donde los accidentes en proyectos de infraestructura son lamentablemente frecuentes.
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