Declaración de Religiones por la Paz sobre el conflicto de Ucrania
Unidos en la dignidad de nuestra diversidad, cada miembro de Religiones por la Paz en todo el mundo envía sus oraciones y su amor a todas las personas atrapadas en la última ronda de violencia y conflicto sin sentido que actualmente tiene lugar en Ucrania.
Como organización fundada en una profunda convicción religiosa por la paz, inherente a todas nuestras tradiciones, rechazamos sin reservas cualquier forma de violencia. Sabemos en nuestros corazones y mentes, y por amarga experiencia, que un conflicto violento nunca puede tener resultados positivos.
Rechazamos la invocación de defender la religión o la tradición como pretexto para la guerra.
Oramos con todas nuestras fuerzas por cada una de las personas involucradas en el conflicto.
Oramos por los niños, las mujeres y los hombres que han resultado muertos y heridos, y por quienes están huyendo de sus hogares aterrorizados por lo que ha sucedido. Hacemos un llamado a todas las partes a ayudar a garantizar un corredor humanitario para la evacuación segura de civiles y la entrega de la ayuda que tanto se necesita.
Oramos por los ciudadanos de Ucrania y Rusia que, sin culpa propia, sufrirán ahora tanto espiritual como materialmente en las próximas décadas. La violencia engendra violencia, y necesitarán mucho apoyo para recuperarse del miedo, la inseguridad, la amargura y el trauma que inevitablemente sigue a un conflicto violento.
Oramos por nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Consejo Ucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas (UCCRO), el Consejo Interreligioso de Rusia (ICR), los creyentes de sus denominaciones religiosas, y por las personas de todas las religiones de la región, y les pedimos que recuerden el propósito fundamental y la naturaleza de todas las religiones, y se levanten y hablen por la paz.
Oramos por los líderes políticos. Esperamos con todo nuestro corazón que se detengan lo suficiente para recordar la esencia y la bondad de su humanidad, y la preciosidad de cada vida humana en este planeta. Les pedimos que recuerden su deber jurado de proteger la vida de todos los seres humanos bajo su liderazgo, y cese de inmediato esta violencia sin sentido.
Oramos por todos aquellos en todo el mundo que han salido a protestar por esta guerra y a exigir el fin inmediato de esta violencia.
Como organización dedicada a la paz y la prosperidad de todos, Religiones por la Paz reafirma su creencia de que la incidencia por una resolución no violenta de esta crisis es una expresión de nuestro compromiso espiritual compartido con una paz justa y sostenible.
Continuando nuestro compromiso profundamente arraigado en creencias compartidas sobre la obligación de colaborar como comunidades de fe para apoyar a los más vulnerables, el Fondo Humanitario Multirreligioso de Religiones por la Paz convocará propuestas para apoyar iniciativas interreligiosas que provean ayuda a los desplazados por el conflicto. Hacemos un llamado a otras organizaciones religiosas y seculares de la sociedad civil a apoyar la acción colaborativa para proteger a los perjudicados por la guerra.
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