En un comunicado divulgado en video, Neslon Proaño, Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador reafirmó el respaldo del ente militar a la Constitución y las leyes del país «de proteger los derechos, libertades y derechos de los ciudadanos en el marco del Estado de Derecho».
«Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional somos instituciones obedientes y no beligerantes y cumplimos nuestra misión con estricta sujeción al poder civil y a la Constitución. Al mismo tiempo, debo señalar, estamos seguros que el país no aceptará ningún intento de alterar el orden constitucional a través de la violencia para actentar contra la democracia».
En ese sentido, dijo que el comando que lidera respalda tanto la decisión del Congreso de enjuiciar políticamente a Lasso, como a la decisión del presidente de disolver la Asamblea Nacional, bajo el amparo de la ley.
El alto mando militar hizo un llamado a la unidad de los ecuatorianos y dijo que la fuerza del orden actuará si fuera necesario. «Hacemos un llamado a los ecuatorianos para mantener un clima de respeto a la ley, sin enfrentamiento ni violencia» para mantener un país en paz y dignidad.
Lasso niega las acusaciones de que omitiera ante la supuesta malversación de fondos relacionada con un contrato en la empresa estatal de transporte de petróleo Flopec, argumentando que su administración hizo cambios rentables al acuerdo, que se firmó años antes de que él asumiera el cargo.
Con la decisión de disolver la Asamblea Nacional, el presidente ecuatoriano pone fin al juicio político y podrá gobernar hasta por seis meses por decreto con el control de la Corte Constitucional.
En una cadena de radio y televisión Lasso aseguró que “todos los esfuerzos del Poder Legislativo están enfocados en desestabilizar al gobierno”.
Lasso deberá ahora convocar a elecciones presidenciales y legislativas. Los ganadores de estos comicios completarán el actual período presidencial y legislativo que termina en mayo de 2025.
El presidente argumentó que la disolución de la Asamblea “es una decisión democrática no sólo porque es constitucional sino porque le devuelve al pueblo ecuatoriano el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones”.
“Esta es la mejor decisión posible, que nos abre el camino para recuperar la esperanza, la tranquilidad”, añadió, y dijo que “este es un nuevo momento para el optimismo”.
El tribunal electoral de Ecuador deberá decidir ahora la fecha de las nuevas elecciones dentro de los siete días posteriores a la disolución de la Asamblea Nacional.
En una conferencia de prensa posterior, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Nelson Proaño, expresó su apoyo al orden constituido en una aparente aprobación a la decisión del mandatario.
A su vez, convocó a los ecuatorianos a mantener un clima de respeto a la ley y advirtió que no se permitirá la ruptura del orden constitucional a través de la violencia y que, en ese caso, las Fuerzas Armadas y la policía actuarán “con firmeza” para proteger la vida, los derechos y las garantías de los ecuatorianos.
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