Un avance sin precedentes en el conflicto de Oriente Medio ha sido anunciado por Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos. Gracias a las gestiones de su administración entrante, Israel y el grupo Hamás alcanzaron un acuerdo de alto al fuego que incluye la liberación de los rehenes secuestrados en Gaza. El anuncio se produce a tan solo cinco días de que Trump tome posesión como presidente, marcando un fuerte inicio para su mandato.
Un acuerdo histórico impulsado por Trump
En una declaración emitida por Trump, el presidente electo destacó el carácter «épico» de este logro, atribuyéndolo al impacto de su victoria electoral en noviembre. Según Trump, el acuerdo refleja el compromiso de su administración con la paz y la seguridad global.
«Este acuerdo de alto el fuego solo podría haber ocurrido como resultado de nuestra histórica victoria en noviembre», señaló Trump. Además, subrayó que este es el inicio de una política internacional enfocada en la «paz a través de la fuerza» y en la promoción de los Acuerdos de Abraham, impulsando la estabilidad en la región.
El presidente electo expresó su alegría por la próxima liberación de rehenes estadounidenses e israelíes. «Estoy encantado de que regresen a casa para reunirse con sus familias y seres queridos», comentó. También afirmó que su equipo, liderado por el Enviado Especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, seguirá trabajando con aliados para evitar que Gaza sea nuevamente un refugio para el terrorismo.
Proyección hacia el futuro
Trump concluyó su mensaje con optimismo sobre las posibilidades de su próxima administración. «Hemos logrado mucho sin siquiera estar en la Casa Blanca. Imagínense todas las cosas maravillosas que sucederán cuando regrese a la Casa Blanca», dijo, reafirmando su compromiso con nuevos logros tanto para Estados Unidos como para el mundo.
El acuerdo no solo marca un respiro en la crisis humanitaria de Gaza, sino que también posiciona a Trump como un líder dispuesto a usar su influencia para abordar desafíos globales antes incluso de asumir oficialmente el poder.