Esta mañana el barril de Brent para entrega en junio alcanzaba los 75,49 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres, en alza de 78 centavos respecto al cierre del miércoles.
En Nueva York, el barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega también en junio ganaba por su parte 19 centavos a 66,08 dólares, pocos minutos después de haber alcanzado los 66,16 dólares. Este índice también superó un umbral (USD 650) que no cruzaba hace casi seis meses.
El endurecimiento de las medidas estadounidenses contra Teherán, que se verá obligado a retirar del mercado al menos medio millón de barriles diarios en el segundo trimestre, ha apuntalado, según los analistas, la tendencia al alza que ha registrado el crudo desde principios de 2019.
La escalada del precio puede favorecer a las economías de los grandes productores, cuyas exportaciones superan las importaciones, como Arabia Saudita, Rusia y Emiratos Árabes Unidos, pero golpea las finanzas de los países con recursos petrolíferos limitados, como muchos de los Estados europeos.
Una de las llaves para frenar la subida de los precios la tienen precisamente Riad, como líder de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y Moscú, aliado externo del cártel.
Los expertos creen que el cártel liderado por Arabia Saudita no compensará los barriles que previsiblemente dejará de bombear Teherán hasta que las sanciones de Washington se hayan materializado y la reducción del bombeo iraní sea una realidad.
Esa perspectiva ha aumentado el nerviosismo en el mercado, ante el temor a que en las próximas semanas se estreche la diferencia entre la oferta y la demanda.
Washington aspira a reducir «a cero» las ventas desde la república islámica, a fin de cercenar la principal fuente de ingresos del país, aunque Teherán insiste en que su bombeo nunca bajará del millón de barriles diarios.
(Con información de AFP y EFE)