El 18 de septiembre de 2024, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que exige el cese de la ocupación israelí en los territorios palestinos en un plazo de doce meses. La medida fue respaldada por 124 votos a favor, mientras que 14 países, entre ellos Paraguay, votaron en contra, y 43 se abstuvieron. La resolución, que sigue el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que declaró la ocupación israelí como ilegal, también incluye la retirada de fuerzas israelíes, la paralización de nuevos asentamientos y el retorno de palestinos desplazados.
El texto de la resolución ha sido criticado por Israel, que lo considera «cínico» y «distorsionado». El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, acusó a los países que apoyaron la resolución de ser «colaboradores» en un «circo» que, según él, alimenta la violencia y obstaculiza la paz. Además, el Ministerio de Exteriores israelí tachó la resolución de desconectada de la realidad y perjudicial para las posibilidades de paz.
La resolución también insta a los Estados miembros a tomar medidas para cesar las importaciones desde los asentamientos israelíes y el suministro de armas a Israel si se cree que podrían ser usadas en los territorios palestinos. Se proponen además sanciones contra quienes apoyen la presencia israelí en los territorios ocupados.
A pesar de la presión internacional, incluida la de países como Canadá, Australia e India, que optaron por abstenerse, la resolución aprobada logró menos consenso que una votación similar en mayo sobre la membresía plena del Estado palestino en la ONU, que recibió el apoyo de 143 países.