La República del Paraguay emitió este lunes, a través de su Cancillería, un fuerte comunicado de condena contra la República Popular China tras el inicio de las maniobras militares denominadas ‘Misión Justicia-2025’. Para el Gobierno paraguayo, estas acciones unilaterales de gran escala representan una provocación que pone en riesgo la estabilidad del Indo-Pacífico, reafirmando al mismo tiempo su plena solidaridad con el pueblo y gobierno de Taiwán.
La tensión alcanzó niveles críticos este lunes con el despliegue de 89 aviones y 28 buques chinos detectados en las inmediaciones de la isla, marcando el mayor pico de actividad militar desde octubre de 2024. Los ejercicios de Beijing incluyen ataques simulados, operaciones antisubmarinas y fuego real, tácticas que el Ministerio de Defensa de Taiwán calificó de «provocaciones irracionales».
Ante esta presión, las fuerzas taiwanesas se declararon en «máxima alerta», activando centros de respuesta rápida para proteger su soberanía. «Defender la democracia y la libertad no es una provocación», señalaron desde Taipéi, responsabilizando a China de ser el mayor perturbador de la paz en la región.
LA ESTRATEGIA DE DEFENSA: «LA PAZ SE APOYA EN LA FUERZA»
El presidente de Taiwán, William Lai, respondió con contundencia a las maniobras chinas. A través de sus canales oficiales, el mandatario insistió en que la única forma de disuadir una agresión es elevando el costo que esta supondría para el agresor.
Lai ha propuesto un presupuesto especial de 40.000 millones de dólares para el periodo 2026-2033 destinado a defensa, con el objetivo de construir capacidades «altamente resilientes». «La seguridad no puede basarse en ilusiones; elegimos estar preparados», afirmó el mandatario, subrayando que la fortaleza militar es el único pilar real para la prosperidad en el Estrecho de Taiwán.
LA POSTURA DE BEIJING
Por su parte, el Ejército Popular de Liberación (EPL) de China no ocultó el propósito de estas maniobras. A través de la red social Weibo, el comando chino declaró que los ejercicios son una «seria advertencia» contra lo que ellos denominan «fuerzas separatistas» y la interferencia de actores externos en la región.