Según una periodista de la AFP en Damasco, las explosiones fueron seguidas por el ruido de aviones y columnas de humo que se elevaban hacia el cielo en el nordeste de la capital siria.
“¡Misión cumplida!”, escribió en Twitter el presidente estadounidense Donald Trump, según el cual el ataque “no podría haber tenido un resultado mejor”
A perfectly executed strike last night. Thank you to France and the United Kingdom for their wisdom and the power of their fine Military. Could not have had a better result. Mission Accomplished!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 14 de abril de 2018
Los bombardeos apuntaron a un “centro de investigación” en el extremo nordeste de Damasco y “depósitos” de armas químicas, incluido gas sarín, en la provincia central de Homs, detalló el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, general Joe Dunford. Rusia afirmó que la defensa antiaérea siria interceptó 71 misiles de crucero de un total de 103.

La alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, mostró hoy su apoyo a todas las medidas para «evitar el uso de armas químicas», en referencia a la ofensiva conjunta de Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra instalaciones de armas químicas en Siria .
En Damasco, el presidente Asad afirmó que esta “agresión” no hace más que “reforzar su determinación de seguir luchando y aplastar el terrorismo” , un término con el que designa a los rebeldes. Por boca de su embajador en Estados Unidos Anatoli Antonov, Rusia estimó que los bombardeos son un “insulto” al presidente Vladimir Putin.
Por su parte Rusia pidió este sábado al Consejo de Seguridad de la ONU que condene la “agresión” contra Siria por los ataques militares llevados a cabo por Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
El borrador del documento entregado por la delegación rusa “condena la agresión contra la República Árabe Siria por parte de Estados Unidos y sus aliados en violación de la legislación internacional y la Carta de las Naciones Unidas”.
Donald Trump ha denunciado duramente el apoyo de Moscú al régimen del presidente Bashar al Asad, pero Estados Unidos, Francia y Reino Unido se han preocupado de evitar las bases rusas durante su operación militar conjunta en Siria.