El candidato de orientación libertaria logró consolidar su victoria al obtener gran parte del voto de Juntos por el Cambio, superando las proyecciones de encuestas que solo le otorgaban una pequeña ventaja. La estrategia del peronismo de desviar una parte significativa del voto de Juntos hacia el blanco o la ausencia no resultó efectiva.
Córdoba se destacó como uno de los bastiones de Milei, donde obtuvo cifras que superaron incluso las alcanzadas por Mauricio Macri en 2015. Además, el presidente electo triunfó de manera aplastante en provincias clave como Mendoza y Santa Fe. En la Patagonia, logró una diferencia sustancial, mientras que en el norte y la provincia de Buenos Aires redujo la brecha, generando interrogantes sobre la verdadera movilización del aparato peronista.
A pesar de la resistencia del voto peronista en el Conurbano y un desempeño sorprendentemente sólido en la Capital, no fue suficiente para revertir la tendencia a favor de Milei.
Sergio Massa, reconociendo la derrota minutos después de las 20 horas, llamó personalmente a Javier Milei para felicitarlo por su triunfo. Cabe destacar que, debido a una resolución judicial, los datos oficiales no pueden difundirse antes de las 21 horas.
Con la oficialización del triunfo y el reconocimiento de Massa, se inició de manera sutil la disputa por la paternidad del triunfo. Patricia Bullrich y varios dirigentes del PRO destacaron la transferencia de votos desde Juntos por el Cambio y la efectiva fiscalización como elementos determinantes en la victoria de Milei.
La elección de Javier Milei como presidente de Argentina marca un cambio significativo en el panorama político del país, abriendo un nuevo capítulo lleno de desafíos y expectativas. La sociedad argentina espera con interés el inicio de esta nueva etapa bajo el liderazgo del presidente electo.