Según la representación diplomática, el objetivo de estas operaciones es garantizar el regreso de los rehenes, tanto vivos como fallecidos, desmantelar la infraestructura militar y gubernamental de Hamás, y eliminar la amenaza terrorista que pone en riesgo a la población israelí. Añade que hasta la fecha, 59 rehenes continúan en Gaza bajo condiciones inhumanas y sometidos a abusos.
Agrega que Israel reafirmó su “compromiso moral y ético” de traer de vuelta a los secuestrados, sin escatimar esfuerzos para lograr su liberación. Además, enfatizó su determinación de defender a su población y continuar trabajando por la paz y la estabilidad en la región.