Algunas congregaciones logran romper el cerco de sus lugares y con una visión misionera más amplia se atreven a llevar el mensaje de esperanza que los seres humanos necesitamos a donde sea, hasta lo último de la tierra.
Así fue como ocurrió con la congregación «El Amor es todo» de la ciudad de San Fernando al norte del Gran Buenos Aires, con recursos propios y la buena voluntad de todos los que deseaban colaborar con esta aventura generosa se sumara, lograron llenar una camioneta y una furgoneta repleta de mercadería y elementos de ayuda solidaria.
Con mucho entusiasmo el Pastor Miguel Martínez según cuenta a La Gaceta Cristiana «Vamos a aldea Guaraní, Andresito y Aldea Guaraní Guaporaity en Misiones. Queremos llevar el mensaje de Jesucristo a los habitantes que pertenecen a los Pueblos originarios».
Cumpliendo la gran comisión que salió del mismo corazón del Señor Jesucristo, de «Ir y hacer discípulos», vemos que siempre hay un remanente fiel que se atreve a pagar los costos de tremenda aventura.